Washington. Las primeras buenas noticias desde el Golfo de México comenzaron a llegar ayer después de que el comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, Thad Allen, confirmara que la complicada operación de sellado del pozo de British Petroleum está funcionando y, de momento, se ha frenado la fuga de crudo. "Han parado la salida de los hidrocarburos. Han podido estabilizar la salida del pozo", comentó. El comandante explicó que, por primera vez desde que se hundió la plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México, el 22 de abril, no se está filtrando crudo al mar.

El procedimiento, conocido como top kill, fue autorizado el miércoles por la Guardia Costera de Estados Unidos, después de que se retrasara durante varias horas debido a dudas planteadas por los científicos que asesoran al Gobierno Federal. BP advirtió que tardará algunos días en determinar si la operación finalmente funciona. No obstante, el comandante de la Guardia Costera anunció que el vertido se ha frenado.

La incógnita que planea sobre la operación es si el lodo y el cemento inyectado serán capaces de contener la salida de petróleo y gas natural. Si fuera así, se podría sellar el pozo. "El objetivo es inyectar el suficiente lodo en el pozo como para frenar la presión de salida de los hidrocarburos, y entonces poder sellar el poco con cemento", indicó.

En cualquier caso, el presidente Obama anunció ayer su propósito de prorrogar seis meses más la moratoria para realizar nuevas perforaciones petrolíferas en aguas profundas. Asimismo, canceló los planes para exploraciones y nuevos proyectos en las costas de Alaska y la propuesta para realizar exploraciones en la costa de Virginia. Según la directora del Servicio Geológico de Estados Unidos, Marcia McNutt, el pozo ha arrojado entre 71 y 147 millones de litros de petróleo (el Exxon Valdez vertió 40), lo que supone el peor en la historia del país.

Y entre todas estas novedades, una más protagonizada por Elizabeth Birnbaum, responsable del Servicio de Gestión de Minerales (MMS), la agencia que supervisa las exploraciones petrolíferas y de gas en EE.UU. que dimitió ayer. Birnbaum y su agencia han sido objeto de fuertes críticas después de que Obama describiera su trabajo como "una relación demasiado estrecha con la industria a la que se supone tenía que supervisar".