Bilbao. "Primero hay que analizar para afirmar y, por supuesto, diagnosticar para solucionar". Se refiere el nuevo cónsul marroquí para Euskadi y norte del Estado, Azzouz Abou El Kouroum, a que existe un gran "desconocimiento" de la inmigración. El Kouroum desmonta tópicos y analiza el fenómeno.

¿Por qué la capital vizcaina, donde ya cuentan con un Consulado Honorario, y qué esperan mejorar a los marroquíes con esta nueva sede?

El cónsul general de carrera tiene más poderes y competencias a la hora de dar pasaportes, visados, legalizar firmas..., mientras que el honorario se encarga, sobre todo, de asuntos económicos y comerciales. ¿Por qué Bilbao? Porque es una gran ciudad desde el punto de vista histórico, cultural, comercial y financiero.

¿A cuánta población atenderá?

Son 26.000 los marroquíes registrados en País Vasco, Cantabria, La Rioja, Asturias, Navarra, Galicia, Burgos, Palencia y León.

¿En qué generación de inmigrantes marroquíes se encuentra el país?

Diría que en la segunda. La inmigración marroquí en el País Vasco es reciente, no como las comunidades marroquíes que tenemos en Alemania, Holanda, Bélgica, Francia...

Esta segunda generación, ¿tiene particularidades según el territorio?

La oferta de empleo lo marca. Ahora mismo, donde más se concentran es en Vitoria y Donostia.

¿Y tiene un perfil el marroquí que trabaja o reside en Euskadi?

La mayoría son hombres que trabajan en la construcción, la restauración, la industria, el comercio...

Entonces, Marruecos será un país lleno de mujeres.

Ja, ja. La inmigración de ellas es aún más reciente. Ahora, la posibilidad de reagrupación familiar les reúne.

¿Cómo es la relación con las administraciones vascas?

Según las informaciones que he recibido de los marroquíes, me cuentan que están bien tratados y que se encuentran bien aquí.

Euskadi acoge todos los veranos con los brazos abiertos a decenas de niños saharauis y, sin embargo, un grupo de jóvenes marroquíes sentados en el casco viejo de Bilbao, Donostia o Gasteiz causan alarma.

Habría que preguntárselo a esa gente de Euskadi que se alarma cuando ve a un marroquí. No es justo castigar a todo un colectivo de marroquíes, a todo un pueblo, por el comportamiento de una minoría insignificante. La persona problemática es problemática en su país, en el que esté y a donde vaya.

Adelante, desmote tópicos.

Es una propaganda de la otra parte.

¿De qué otra parte?

Del Polisario, que hace propaganda con algunas organizaciones para decir que esos niños son menores ocupados por otro país, cuando la realidad va por otro lado. Marruecos ha presentado una iniciativa para la autonomía del Sáhara cualificada para todas las resoluciones del Consejo de Seguridad como una iniciativa conforme a todos los estándares mundiales en materia de autonomía.

Los jueces vascos expresaron su preocupación por el aumento de delitos cometidos por magrebíes.

Es posible que haya marroquíes que se comporten mal, pero insisto en que no creo que sea justo castigar a todo un colectivo de inmigrantes marroquíes por el comportamiento de una minoría insignificante. Yo estoy aquí para hablar de marroquíes y no de magrebíes.

¿Van a hacer algo para mitigarla?

Estamos en contacto con las autoridades para analizar el fenómeno y el número de inmigrantes menores marroquíes delincuentes.

¿Se encuentran la tierra prometida?

El emigrar no es un deseo, es la obligación de mejorar la vida. Quitarse de su país, familia, entorno, cultura, historia... No es por placer.

¿Cómo evoluciona la integración infantil?

En los países donde la inmigración es muy antigua, los hijos de los inmigrantes han llegado muy lejos, el caso de la ex ministra de Justicia de Francia, en Holanda la secretaria de Estado, en Barcelona diputados... Pero los niños sí están muy bien integrados, hablan el idioma, muchos, incluso, el euskera.

Describa ese islam abierto que dice que son.

Tolerante, muy lejos del integrismo, de la intolerancia y de la exclusión. En Marruecos, hay una cohabitación que data de hace siglos.