miami. El abogado del preso vasco Pablo Ibar, que se encuentra en el corredor de la muerte en EE.UU. desde el año 2000, puede tener para la audiencia convocada dentro de un mes los resultados del cotejo de pruebas de ADN de un sospechoso con las halladas en el lugar de los tres asesinatos por los que fue condenado a muerte su cliente.
Los resultados de las pruebas de ADN podrían estar preparados por los expertos para el próximo 16 de noviembre, fecha fijada para la próxima audiencia en un tribunal de Fort Lauderdale (norte de Miami), según expuso Benjamín Waxman, abogado de Ibar.
Ayer, en una nueva status conference (conferencia de seguimiento entre las partes) en torno al caso del reo de origen guipuzcoano que duró escasamente cinco minutos, el representante del Estado de Florida entregó a la defensa una propuesta de acuerdo para entregarle las muestras bajo determinadas condiciones, como su envío a expertos independientes para cotejarlas y el compromiso de que no se contaminen.
Waxman explicó que esta semana llegará a un acuerdo con la Fiscalía, según la petición del juez que preside el caso, Jeffrey Levenson, quien ordenó ayer en una audiencia que se "preserve la integridad de las pruebas" obtenidas y se avance en el caso. "Ese es nuestro propósito y el del Estado", acotó el letrado de Ibar, de 36 años, de padre vasco y madre cubana ya fallecida.
El sospechoso, al que en septiembre pasado ya se tomaron las huellas dactilares, es William Ortiz, de 37 años, condenado a cadena perpetua en una cárcel de Florida por otros crímenes. Ortíz, de origen puertorriqueño, aceptó voluntariamente someterse a las pruebas porque "no tenía nada que ocultar".
Waxman había pedido al magistrado que se le practicaran estas pruebas después de que el testigo Juan Gispert declarara que Ortiz le había confesado que él era el autor de los asesinatos imputados a Ibar.
No obstante, las huellas digitales de Ortiz no coinciden con las recogidas en la vivienda de Miramar, en el condado de Broward, donde fueron asesinados su propietario, Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Rogers, que se hallaban en esa casa. En cualquier caso, esta circunstancia no es determinante ya que tampoco las huellas digitales de Pablo Ibar, ni su ADN, se corresponden con las recogidas en el lugar del crimen, según recordó ayer la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar. Por ello "ahora procede realizar las pruebas de ADN".
nuevo juicio No obstante, la batalla principal que libra Ibar para salir del corredor de la muerte no es la de demostrar que Ortiz cometió el triple asesinato, sino que se repita el juicio que le condenó a la pena de muerte bajo el argumento de que no se respetaron sus derechos constitucionales porque no tuvo acceso a una asistencia letrada efectiva.
Ahora, Waxman dispone de dos laboratorios para cotejar las pruebas de ADN del sospechoso con las recogidas en el lugar del crimen, aunque, de resultar negativas, "no cambiaría nuestra posición para nada", apostilló su letrado. "Pablo ha sido condenado sin que coincidan las pruebas de ADN y huellas", afirmó.
El abogado agregó que la primera prueba que utilizará para el cotejo de ADN es una camisa azul hallada en la casa donde se cometió el triple crimen con la que se cubrió el rostro uno de los asesinos y, posteriormente, comparará pelo del sospechoso Ortiz con el hallado en la vivienda. "Tenemos que investigar todo lo que sea una prueba potencial", destacó Waxman.