El presidente del grupo Amesa, Jon Arteta, hizo un repaso por los 67 años de historia de la compañía con origen en Bilbao. En su intervención, el empresario vizcaino señaló los hitos más importantes en esta carrera de más de medio siglo, plagada de incertidumbres y dificultades. Desde el recuerdo a su fundador hasta el paso ya actual de la segunda generación familiar. Aun así, en ese tiempo una pequeña firma de reparación de máquinas eléctricas ha pasado a convertirse en un holding que da trabajo a 650 personas.

El grupo, hoy en día muy diversificado, presta servicios principalmente en el sector industrial y la energía, y se marca como objetivo aumentar la facturación un 10% este año, de 85 millones a 95 millones de euros. Y eso a pesar de todas las incertidumbres sanitarias y económicas a las que las empresas deberán hacer frente en 2022. "Esperamos seguir creciendo y poder cumplir nuestros objetivos trabajando con el mismo espíritu e ilusión de siempre", dijo el presidente de Amesa ante los asistentes al acto en el Guggenheim.

Los orígenes de Amesa, como recordó Arteta, se remontan al año 1955 en el edificio Tigre de la capital vizcaina, donde un joven Higinio Arteta, aita de Jon, comienza a hacer reparaciones de maquinaria eléctrica. Poco a poco Higinio se va rodeando de un equipo humano cada vez más amplio y la pequeña empresa Amesa va dando origen a otras firmas a medida que va ampliando su actividad.

Grupo Eldu, Afesa medio ambiente, Grupo Voltia y Barbo renovables componen el grupo Amesa Industrial, referente en el mundo industrial vasco.