- Las comunidades autonómicas se fueron prácticamente con las manos vacías de la Conferencia de Presidentes convocada por Pedro Sánchez para estudiar medidas contra el coronavirus en puertas de las fiestas navideñas. De ese cónclave solo salió una declaración de intenciones para acelerar la vacunación y una apuesta por recuperar el uso continuado de la mascarilla en exteriores, pero no hubo ninguna modificación legal para activar una ley de pandemias o habilitar a las comunidades a tomar otras medidas. Pero, para más señas, el balance podría quedar reducido a la nada, porque el Gobierno español comienza a asumir que el decreto que endurece el uso de la mascarilla quizás no sea convalidado por el Congreso de los Diputados por falta de apoyos. El debate, eso sí, podría tener lugar en febrero, y para entonces la mascarilla se habría usado un mes y medio y se desconoce en qué parámetros se encontrarán los contagios.

Ciudadanos confirmó ayer que votará en contra del decreto de la mascarilla, y el PP se sigue haciendo de rogar y condiciona su decisión a que el Ejecutivo le enseñe los informes científicos que sustentan su decisión. La punta de lanza es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien se opone a recuperar la mascarilla. Vox ya ha anunciado abiertamente que lo va a incumplir en consonancia con su apuesta por torpedear todas las restricciones. Pero también hay voces que recelan o tienen dudas entre los partidos que suelen dar cobertura a Sánchez, como Más País o EH Bildu.

No es el caso del PNV o de Urkullu, porque han apostado por esta medida aunque les parece insuficiente y querrían adoptar otras más. Lo mismo deslizan ERC, otras comunidades o la propia Organización Mundial de la Salud, que ve correcta esta medida, pero como parte de una estrategia integral. El PP se aferra a que desde estos ámbitos científicos también se alerta de la falsa sensación de seguridad que puede dar la mascarilla si no hay más medidas.

El Consejo de Ministros aprobó un decreto que recupera la obligatoriedad del cubrebocas en espacios exteriores, en mayores de 6 años, para contener la transmisión comuntaria de la variante ómicron. Es una medida temporal. Se recupera el uso salvo que se practique deporte individual o en espacios naturales cuando haya una distancia de un metro y medio con no convivientes. La portavoz del grupo del PP, Cuca Gamarra, insistió en exigir el informe científico y deslizó que su voto pinta mal para Sánchez.

En declaraciones a Europa Press, dejó ver que tiene “bastantes pocas esperanzas” en que se le envíe esa documentación y dijo que, “si no hay una justificación científica, no habrá un respaldo por parte del PP”. Volvió a defender una ley de pandemias para las comunidades. El portavoz adjunto de C’s, Edmundo Bal, también adelantó que su partido votará en contra. Dijo que es “una medida completamente anticientífica que se basa un poco en la superchería y la superstición”, y que es una medida cosmética, ni idónea ni necesaria.Ya se especula con que Sánchez apruebe un nuevo decreto con medidas.

La sombra de Ayuso. En los últimos meses, Sánchez ha proyectado la sensación de estar incómodo con la gestión de la pandemia y la adopción de medidas restrictivas ante el cansancio de la población y el auge de Díaz Ayuso en las elecciones madrileñas. No ha apostado por una ley de pandemias con el argumento de que el TC ni siquiera avala el estado de alarma y exige un estado de excepción para confinar.