Ya es oficial. Cuando los partidos constataron que la Ponencia de Memoria del Parlamento Vasco no daba más de sí y ni siquiera volvió a constituirse en la presente legislatura, el Instituto Gogora asumió el encargo de promover un acuerdo sobre la memoria entre sus paredes, en un ámbito que se considera más propicio por su discreción, alejado de los focos y la disputa política, y con el PP presente (un PP que no estaba en la Ponencia). Ese encargo se ha formalizado este lunes en la reunión del Consejo de Dirección de Gogora en Bilbao, donde se ha aprobado el Plan de Actuación del Instituto de la Memoria 2021-2024, que incluye la apuesta por alcanzar un “acuerdo básico sobre la memoria crítica en relación al terrorismo y la violencia” en el ejercicio 2021-2022. Se valorará el “grado de acuerdo alcanzado entre las distintas sensibilidades políticas representadas en el Consejo de Dirección de Gogora”.

En ese consejo están representados no solo el Gobierno vasco, sino también los grupos parlamentarios (Vox no está), las tres diputaciones, la asociación de municipios Eudel y tres personas designadas por el Parlamento (el forense Paco Etxeberria; María Jauregi, hija del gobernador civil de Gipuzkoa asesinado por ETA; y Josu Elespe, hijo del concejal socialista de Lasarte asesinado también por la organización ya disuelta). Precisamente el plan de actuación fue aprobado, según ha podido saber DEIA, con el voto a favor de todos, salvo EH Bildu, que votó en contra, y el PP, que se abstuvo. Fuentes de la coalición abertzale consultadas por este periódico explicaron que Julen Arzuaga votó en contra por su discrepancia solo con este punto, porque ve un intento de “sustituir en cierto modo al Parlamento y convertir Gogora en un espacio para el debate político y la adopción de acuerdos entre partidos cuando esa no es su función”. “Eso le corresponde al Parlamento, donde está representada la voluntad de la ciudadanía”, sostienen.

Gogora toma el testigo de la Ponencia de Memoria tras años de rifirrafes en el Parlamento con un foro que en sus últimos coletazos tuvo al PP fuera, la izquierda abertzale discrepando con el suelo ético y el debate sobre la injusticia de la violencia, y los socialistas negándose a dar pasos mientras EH Bildu no reconozca que la violencia de ETA fue injusta.

PLANES EN LAS AULAS

El plan incluye otras muchas actuaciones. En la reunión presidida por el lehendakari Urkullu y donde también estuvieron la consejera Beatriz Artolazabal y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, se refrendó un programa de actuación con cuatro ejes. Por un lado, se respalda la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi; y, además, se desarrollará la base de datos de víctimas mortales de la Guerra Civil y se abordará una segunda fase relativa a las personas encarceladas hasta 1945. También se abordará la problemática de las incautaciones. En tercer lugar, se apuesta por la creación de los espacios expositivos de Gogora en el patio de su sede en Bilbao, la creación del memorial del 3 de Marzo en Gasteiz, y la renovación del Museo de Gernika sobre el bombardeo.

En cuarto lugar, se cita el “impulso a un proceso de reflexión y debate que pueda sentar las bases para la construcción de una memoria compartida en clave de futuro”. Se persigue “construir una memoria de todos y todas” y “para la convivencia”. Se realiza, además, una mención al convenio con EITB para impulsar la voz de las víctimas y la convivencia.

El plan recoge 10 iniciativas y 53 acciones. Su criterio rector es no excluir ni equiparar acontecimientos, ni escribir una historia de legitimación de la guerra, el terrorismo o la violencia. Se buscará un “pacto social sobre la convivencia, de alcance transversal y sentido ético, basado en la premisa de que ni antes, ni ahora, ni en el futuro ninguna razón política puede justificar el terrorismo o cualquier otra vulneración de derechos”. En el primer semestre de 2022 se realizará un acto para los concejales amenazados, en diciembre se celebrará un acto de reconocimiento de los fusilados y ejecutados extrajudicialmente por los sublevados, la propuesta Herenegun tendrá un proyecto piloto este curso en diez centros educativos, y se desarrollará una propuesta para insertar la memoria histórica en el currículum e implantarlo en 2023-2024.