Catalunya está en otra pantalla. La voluntad de diálogo del Govern choca con la oferta del Gobierno español. Así lo deja claro Pere Aragonès al advertir al Ejecutivo de Pedro Sánchez de que un referéndum sobre una mejora del Estatut “excluiría a una parte de los catalanes”, los independentistas, mayoría absoluta en el Parlament con un 52% de los votos, por lo que el líder de ERC defiende que una de las opciones que debería incluirse en una consulta es la independencia. En una entrevista a El Periódico de Catalunya, el republicano reiteraba ayer domingo que nos encontramos ante “un conflicto de naturaleza política que solo se puede resolver democráticamente, hay que avanzar hacia la desjudicialización y los acuerdos a los que se llegue, que tienen que tener un amplio apoyo y seguridad jurídica, deberán someterse a votación de los ciudadanos de Catalunya”. Es más, Aragonès traslada que Sánchez “sabe perfectamente que el referéndum en Catalunya es inevitable” y que desde la Generalitat dedicarán las próximas semanas a trabajar la metodología de la mesa que arranca en septiembre, donde pretende llegar con un gran acuerdo nacional por la autodeterminación y la amnistía.

Las llamadas del constitucionalismo a gestar un foro entre partidos catalanes buscan, a su juicio, “desnaturalizar el resultado de las elecciones del 14-F”, ya que para eso ya está el Parlament. “Si el objetivo es este, no servirá y quedará frustrada”, señaló el president, afeando a los socialistas no excluir a Vox de ese hipotético encuentro entre partidos de la Cámara catalana. En este contexto, el líder del PSC, Salvador Illa, le reclamó ayer que convoque esa mesa de diálogo de partidos catalanes y deje de ser “el president del monólogo”, tras recordar que el Gobierno de Sánchez “se ha movido” con la concesión de los indultos. Una medida de gracia que uno de los indultados, el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, vincula con “la presión internacional y de la propia sociedad catalana”. El líder del PSC cree, sin embargo, que una consulta sobre la independencia no tiene credibilidad porque el Govern la hace “después de haber convocado dos referéndums ilegales y decir que quiere culminar” el proceso.

Aragonès insiste en que la gestión del conflicto no pasa por adoptar la vía unilateral, y aduce que una solución acordada y multilateral para alcanzar la secesión en la que intervengan diversos actores siempre es, dice, prioritaria y mejor, tal y como entiende el líder de Esquerra, Oriol Junqueras. Entre tanto, el Govern se encuentra “estudiando las vías al alcance” para dar cobertura efectiva y mecanismos de amparo a los 5,4 millones de euros que el Tribunal de Cuentas pide en concepto de responsabilidad contable por la promoción del procés en el exterior a una cuarentena de ex altos cargos.

Con todo, el president quiere separar la mesa de diálogo y negociación del respaldo a los Presupuestos Generales del Estado para 2022. “La negociación con el Estado es institucional entre gobiernos, tiene que ser un debate en paralelo”, señala Aragonès, que busca “la máxima ambición para conseguir hoy todo lo que podamos para Catalunya porque eso no nos resta fuerza para reivindicar la independencia”. Las Cuentas deberían incluir “un adecuado nivel de inversiones ejecutables en infraestructuras, abordar la financiación de la ley de dependencia y la gestión de los fondos europeos Next Generation en los que la prometida cogobernanza no se ha producido hasta ahora”. En cuanto a la comisión bilateral, indica que “el primer acuerdo debería ser la retirada del recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley que regula los contratos de alquiler”.

“Un referéndum sobre la independencia ya no es creíble, Aragonès es el president del monólogo”

Líder del PSC