Con motivo de la renovación de los consejos de la región Nueva Aquitania y del departamento de Pirineos Atlánticos, Euskadi norte ha vivido estos días una campaña electoral atípica Los candidatos no han podido celebrar actos multitudinarios y se han limitado a presentar sus propuestas en reuniones públicas en lugares como mercados y a través de las redes sociales. Pese a ser comicios locales, esta cita adquiere relevancia dado que en menos de un año también se celebrarán elecciones presidenciales y legislativas en el estado francés, por lo que se trata de un auténtico test para el presidente de la República Emmanuel Macron y para su nuevo movimiento, La República en Marcha, que cuenta con escasos representantes en las asambleas regionales.

Los transportes públicos y los problemas para encontrar una vivienda digna son cuestiones que han marcado la campaña. En la costa labortana, la tensión es cada vez mayor debido a la escasez de vivienda, que obliga a miles de personas a mudarse de sus municipios. Cada vez más sectores lamentan que el precio siga subiendo, incluso en plena pandemia. El candidato centrista de Biarritz Peio Abeberry -con el apoyo de EAJ-, propone reforzar el organismo público EPFL, encargado de reservar parcelas y propiedades para que los ayuntamientos construyan vivienda de protección oficial. Con las condiciones actuales dos tercios de la población podrían optar a este tipo de vivienda. Hoy en día, en algunas localidades costeras la mitad de los hogares son casas de veraneo y los jóvenes ya no pueden permitirse vivir en localidades como Biarritz, Getaria o San Juan de Luz. El ex senador centrista y actual presidente del consejo departamental Jean Jacques Lasserre ha propuesto, por su parte, aumentar la fiscalidad sobre plusvalías y el dinero conseguido gracias a la especulación.

La creciente demanda inmobiliaria en la costa se extiende ahora a los pueblos del interior, a los que traslada el mismo problema. En Zuberoa, Baja Navarra y sobre todo Lapurdi, un 20% de la vivienda son casas de veraneo y, además, cada año el territorio acoge a 3.000 nuevos habitantes. La coalición EH Bai ha multiplicado las protestas para denunciar este fenómeno. Su portavoz Anita Lopepe recuerda, a su vez, la necesidad de seguir consultado a la ciudadanía para fijar políticas públicas ambiciosas. El concejal baionés Joseba Erremundeguy, de 33 años, y colaborador del primer edil Jean René Etchegaray desde el año pasado, es candidato por primera vez en el cantón que une el norte de Baiona y la vecina localidad de Boucau. "Pirineos Atlánticos gestiona vivienda de protección oficial por lo que debemos crear una partida especifica para la juventud", asegura. Por su parte, la Mancomunidad Vasca prepara un plan para hacer frente a la creciente demanda inmobiliaria.

Desde 2015, la mitad de los candidatos son mujeres, en base a la ley de paridad. De esta forma, hace seis años se estrenaron en política Anne Marie Bruthé, Annick Trounday-Idiart o Maider Arosteguy. Las dos primeras se encargan en la actualidad de temas sociales, cuyo presupuesto anual asciende a 400 millones de euros mientras la segunda se ha convertido en primera alcaldesa de Biarritz y vicepresidenta de la Mancomunidad Vasca. "Las mujeres siguen teniendo que demostrar más su valía que los hombres que continúan en los puestos más relevantes", deplora Anita Lopepe de EH Bai. "Da miedo ver de que forma se reparten las tareas y se llevan a cabo los debates", agrega. La ecologista Alice Leiciagueçahar denuncia, por su parte, el poco caso que suelen hacerle a una portavoz femenina que sustituye de vez en cuando al actual presidente saliente Alain Rousset. "Cuando toma la palabra, la asamblea escucha atentamente su discurso pero si lo hace una mujer, muchos electos no dudan en seguir hablando, creando un ambiente poco favorable al dialogo", lamenta.

La abstención y el auge de la extrema derecha de Marine Le Pen, también en Iparralde, son algunas de las incógnitas de la primera vuelta de la doble cita electoral en la que los vascos del norte tendrán que depositar dos papeletas en las urnas: una para la región Nueva Aquitania que colabora con los gobiernos vasco y navarro, y otra para el departamento de Pirineos Atlánticos, que trabaja en ámbitos sociales con la Diputación Foral de Gipuzkoa.