La negociación de la Ley Antipandemia vasca se asoma ya a su fase decisiva. Elkarrekin Podemos-IU ha trasladado su propuesta a PNV y PSE, los dos partidos que integran el Gobierno vasco y que están haciendo llegar al grupo de Miren Gorrotxategi sus impresiones al respecto. El cruce de documentos continúa y se acercan los plazos marcados para tomar una decisión. Fuentes de Elkarrekin Podemos-IU consultadas por DEIA detectan "sintonía" y una voluntad de acuerdo en términos generales. Toman como referencia el plazo del 10 de junio para resolver esta negociación en un sentido u otro. Ese día, el jueves de la semana que viene a las 12.00 horas, expira el plazo para registrar las enmiendas a la ley, y del cariz que hayan tomado para entonces las conversaciones dependerá en buena lógica el espíritu de las enmiendas. De ahí que Podemos quiera tener tomada su decisión antes. Hay avances, pero todo está abierto. Quedan diez días, aunque nada impide que sigan negociando después de esa fecha, hasta la votación final del 24 de junio. No obstante, Podemos apunta la posibilidad de que haya un pleno exprés de votación final, antes del 24, si no se registra ninguna enmienda a la totalidad. Desde el PNV guardan silencio y dejan la comunicación de los avances a Podemos. Solo informan de que están haciendo "todo lo posible para que haya acuerdo".

Existe una buena base y sintonía en general, aunque Elkarrekin Podemos-IU no entra a precisar en qué puntos se han registrado los avances y en cuáles no. Se reafirma en sus tres condiciones y, sobre todo, está haciendo hincapié en público en su crítica al régimen sancionador de esta ley, lo que deja ver que puede ser el principal escollo y se perfila como un motivo de fricción. Podemos plantea que el capítulo de las sanciones no tenga tanto peso para no convertir la ley de gestión de la pandemia, que se debata una dotación económica para reforzar la atención sociosanitaria, y que se aborden los órganos decisorios como el LABI o quién debe tomar las medidas. Otro factor que sobrevuela es el papel de Ezker Anitza. IU ha mostrado importantes resistencias al acercamiento al PNV desde la anterior legislatura, donde se desmarcó incluso del acuerdo presupuestario. Hace escasos días, Ezker Anitza volvía a comparecer para pedir a los socialistas que se desmarquen del PNV en materia fiscal.

La ley tiene la aprobación garantizada con los votos de PNV y PSE, que cuentan con una mayoría absoluta suficiente. Sin embargo, al Gobierno vasco le daría oxígeno pactar esta norma con un partido de la oposición para desactivar el discurso del rodillo. A Podemos le serviría para despegarse de la estrategia de EH Bildu, que en el último Sociómetro conseguía un escaño más, mientras que la coalición de Miren Gorrotxategi perdía dos asientos. La encuesta ha llegado en plena convulsión dentro de Podemos a nivel estatal y tras la debacle madrileña, pero también refleja en una clave vasca cómo vuelven a la izquierda abertzale votos que había recibido Podemos, y cómo EH Bildu acapara los limitados rendimientos de su estrategia de confrontación.

Las conversaciones avanzan sobre esta proposición de ley de PNV y PSE con medidas para gestionar el coronavirus, conocida como Ley Antipandemia. Recoge los niveles de alerta y las restricciones para poner coto a los contagios. Pretende reforzar la seguridad jurídica desde las competencias vascas, aunque tampoco se presenta como el bálsamo de Fierabrás y hay medidas, como el toque de queda o los cierres perimetrales, que el Tribunal Superior de Justicia impide aplicar sin la cobertura del estado de alarma. Podemos es el único partido en el que se ha detectado una voluntad clara desde el sondeo previo de la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi. La cita entre el lehendakari y Gorrotxategi confirmó que hay margen. La reprobación a la consejera Sagardui no ha roto el diálogo y el PNV se la tomó como una consecuencia de la presión ambiental de otros grupos.