OR segundo año consecutivo, ayer domingo tuvo lugar un Aberri Eguna de circunstancias, condicionado por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, miles de ciudadanos pudieron celebrar el Día de la Patria vasca en los actos que convocó la plataforma Euskal Herria Batera en las ciudades y municipios de Euskadi. A ello se suma el llamamiento a colocar la ikurriña en fachadas y balcones, del que también fue partícipe el PNV, y que el año pasado fue prácticamente la única expresión de esta celebración cuando aún estaba en vigor el confinamiento duro de la población en todo el Estado español.

Un total de 128 localidades se sumaron a la iniciativa impulsada por Euskal Herria Batera con el lema Keinu bat batera (un gesto en común) para celebrar el Aberri Eguna de manera conjunta, respetando las medidas preventivas frente al covid-19. Las convocatorias consistían en entonar a las 12.30 horas canciones como Txoria txori, Gernikako Arbola e Txoria txoriGernikako ArbolaIkusi mendizaleak, que fueron emitidas a través de internet y de radios y televisiones locales. Este planteamiento contó con las adhesiones de EH Bildu y Podemos Ahal Dugu, así como de los sindicatos ELA y LAB, entre otros. Todos ellos difundieron sus respectivos manifiestos con motivo del Aberri Eguna en las pasadas jornadas.

Por ejemplo en Santurtzi, tras cantar a coro, los presentes montaron el mosaico de una ikurriña con pequeños carteles que contenían mensajes en favor de la independencia, la Patria vasca y la libertad de los presos. Multitudinario fue el seguimiento de este acto en Iruñea, donde en torno a 600 personas según la Delegación del Gobierno español acudieron a la Plaza del Castillo. Allí se colocaron banderas de Nafarroa, Irlanda, Escocia, Córcega, Gales, Palestina, Catalunya o Galicia, además de la ikurriña. Mientras los asistentes cantaban, un artista elaboró en un lienzo un graffiti con la palabra Independentzia.

Euskal Herria Batera difundió un comunicado con motivo de esta jornada en el que defendió que "Euskal Herria sea una comunidad con capacidad de decisión y plenitud de derechos políticos para ofrecer dignidad y garantías" a sus ciudadanos. Reflexionó que, aunque el "ánimo no era el más idóneo" para celebraciones, su propuesta movilizó a "miles de personas en toda Euskal Herria para expresar que nos sentimos parte de una comunidad y que deseamos fortalecer ese sentimiento". Ello confirma, agregó, que "está en auge el comunitarismo para hacer frente a los riesgos de la globalización" y que "los territorios y las comunidades se convierten en la herramienta más eficaz para garantizar una vida digna y la igualdad de derechos".

Expresó su deseo de que Euskadi "fuera una de esas comunidades, con capacidad de decisión y plenitud de derechos políticos, para ofrecer dignidad y garantías a todas las personas que la componemos". Reivindicó que, "en adelante, Euskal Herria necesita que hagamos país para promover la convergencia, para compactar una comunidad que sea la base de los proyectos políticos de futuro". Apostó por último por analizar "qué alianzas y referencias hay que construir para consolidar una dinámica que nos lleve a identificar símbolos, himnos y acciones comunes a toda Euskal Herria".