Las informaciones sobre la operación Kitchen -el espionaje a Luis Bárcenas- comprometen y cercan al PP, aunque el actual presidente de la formación de Génova, Pablo Casado, trata de establecer un cortafuegos con los dirigentes de la anterior cúpula, en especial Mariano Rajoy, Jorge Fernández Díaz y María Dolores de Cospedal. Y todo ello pese a que en las primarias en las que se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría, Casado contó con el apoyo explícito de quien fuera secretaria general del partido.

En un encuentro con periodistas, el presidente del PP desvinculó a la actual dirección de su partido del caso Kitchen y señaló que en 2012 y 2013 él era un diputado por Ávila y “no tenía responsabilidad en el partido”. Según Casado, “hay que reafirmar la presunción de inocencia”, pues el PP ya ha asistido a investigaciones que finalmente han quedado “en nada”, como la de “los famosos ordenadores” y destacó su compromiso con la “honorabilidad” y la “ejemplaridad”.

Respecto a los afectados por el caso Kitchen, Dolores de Cospedal y Jorge Fernández Díaz, señaló que “ninguno de ellos está en política activa” ni han ido en listas electorales y, sobre el expresidente Mariano Rajoy no quiso entrar a valorar “acusaciones que se hacen por la parte interesada”.

Casado tampoco quiso opinar sobre la investigación. “No voy a comentar un escrito de la acusación de la Fiscalía (...) liderada por una exdiputada socialista, exministra de Sánchez y además envuelta en un turbio caso de extorsión policial, empresarial y periodística muy relacionada con estas cuestiones que ahora estoy hablando”, afirmó refiriéndose a Dolores Delgado.

Comisión de investigación

Mientras, PSOE y Unidas Podemos abrieron ayer la puerta a la creación en el Congreso de una comisión de investigación al PP, petición de una comisión a la que se sumaron Compromis y EH Bildu. La portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, reclamó explicaciones a Casado, quien, recordó, antes de ser presidente del partido, fue vicesecretario de Comunicación en la dirección popular. Por su parte, Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, tachó las presuntas actividades orquestadas por la cúpula del Ministerio del Interior de Fernández Díaz de “delictivas”. Desde EH Bildu, Jon Iñarritu defendió que el Congreso debe tener la capacidad de investigar todo, “y el caso Kitchen tiene todos los ingredientes de un escándalo”.

El PNV recalcó que no han recibido ningún texto concreto sobre la solicitud para crear una comisión de investigación y que cuando lo tengan lo estudiarán antes de adoptar una posición. Ahora bien, la formación jeltzale apuntó que la supuesta implicación de altos cargos del PP en esta operación de espionaje a Bárcenas, la posible obstrucción a la justicia en una investigación sobre la financiación ilegal de un partido político y el detalle de los mensajes del exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez apuntan a prácticas “graves y censurables” .

Contra Álvarez de Toledo. Pablo Casado cargó ayer contra la exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, por arremeter contra el partido y por sostener posiciones diferentes a las marcadas por la Ejecutiva respecto a la monarquía o la formación de un gobierno de concentración con el PSOE. El presidente del PP confirmó que las críticas de Álvarez de Toledo a la marcha del rey emérito motivaron la reunión en la que fue cesada, pues para Casado la “defensa de la Casa Real” es “una línea roja” y aludió también a las reiteradas propuestas de la exportavoz a un Gobierno de concentración junto a los socialistas. “La libertad tiene que ser compatible con un proyecto común que además está basado en los órganos de decisión a los que se pertenece”, señaló Casado, que aseguró que mantiene “muy buena relación” con José María Aznar.

“Casado tendrá que dar explicaciones ya que antes de liderar el PP fue miembro de su dirección”

Portavoz parlamentaria del PSOE

“En 2012 y 2013 yo era diputado por Ávila y no tenía responsabilidades en el partido”

Presidente del PP