El Parlamento Vasco ha iniciado la cuenta atrás para nombrar a los tres senadores de designación autonómica, con el 3 de septiembre como plazo final para registrar a los candidatos. En la actualidad, PNV, PSE y EH Bildu cuentan con uno cada uno. En la negociación de 2016, los jeltzales comenzaron presentando de saque a dos candidatos para optar a dos senadores pero, a medida que avanzaron las conversaciones con los socialistas sobre la formación de gobierno, tomaron la decisión de ceder uno de ellos al PSE, a Tontxu Rodríguez, y centrarse únicamente en la reelección de Jokin Bildarratz, el portavoz jeltzale en el Senado, quien se mantiene como un referente en la Cámara para el partido y cuenta con una dilatada trayectoria en el mundo municipal desde la alcaldía de Tolosa hasta la presidencia de Eudel. No es descabellado que ahora se siga el mismo esquema en el reparto. A EH Bildu le correspondió uno, Jon Iñarritu, aunque tras su salto al Congreso de los Diputados fue sustituido por Idurre Bideguren. También en 2012 el reparto se saldó con un senador autonómico para PNV, otro para EH Bildu y un tercero para el PSE, una fórmula que parece consolidada.

El PNV no ha fijado posición oficialmente y estas gestiones se encuentran en un estado embrionario. En este debate han irrumpido las cábalas sobre el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, como hipotético senador, un escenario con el que ha especulado La Razón al apuntar que, tras la anulación de la condena por el caso Bateregunecaso Bateregune, no pesa sobre él ninguna inhabilitación y puede optar a este puesto. EH Bildu no lo ha confirmado y podría ser que no cuadrara con las aspiraciones que tenga para Otegi, en la medida en que el Senado se sigue percibiendo por amplios sectores como la estación final para una carrera política, como un cierre de ciclo, o como una institución donde los debates, pese a su trascendencia, no tienen tanta proyección mediática. No obstante, ayer pareció cobrar cierta verosimilitud esta elucubración después de que Maddalen Iriarte fuera interrogada al respecto por los periodistas. Iriarte había señalado que Otegi “puede volver a la política institucional” y, sobre la opción de que sea senador, se remitió a la Mesa Política de EH Bildu el 24 de agosto. “Lo importante no es el cargo institucional que pueda ocupar Otegi. Lo importante es cómo se ha retratado la justicia española con él y con el resto de representantes del caso Bateragune”, dijo. Un puesto en el Senado colocaría a Otegi en la melé de la política estatal y en el circuito de los medios de comunicación españoles. La coalición abertzale tampoco ha aclarado de manera oficial si presentará la candidatura de Iriarte como lehendakari, aunque se da prácticamente por hecho.

Serán las ejecutivas de los partidos las que tomen en los próximos días la decisión sobre los puestos a los que optan y los nombres de sus aspirantes. El PNV es la fuerza mayoritaria con 31 escaños, seguido de EH Bildu, con 21, separados exactamente por los mismos diez escaños que los distanciaban en la anterior legislatura. El PSE se sitúa en la tercera posición con diez asientos. Elkarrekin Podemos y PP+C’s, con seis cada uno, quedan descolgados de la quiniela. Vox, con solo uno y con planteamientos de extrema derecha, no cuenta para ninguna de las fuerzas mayoritarias.

En cuanto al procedimiento de elección de los senadores autonómicos, que se unen a los senadores escogidos en las elecciones generales, resultan proclamados los candidatos que obtengan la mayoría de los votos emitidos, siempre y cuando esos votos supongan la cuarta parte del Parlamento, formado por 75 escaños. Si después de la primera votación quedasen senadores por designar, se procederá a una segunda votación. El PNV tiene garantizada la elección de un senador en primera votación, así como EH Bildu. Los jeltzales podrían optar a otro más en la segunda tanda, o cedérselo al PSE si para entonces han cuajado las negociaciones para formar gobierno.