BILBAO - Las desavenencias con la estrategia de su partido llevó ayer a Marta Pascal a renunciar a su escaño como senadora por JxCat después de instar al espacio posconvergente, como declaró recientemente a este periódico, a elegir entre la vía del pragmatismo o la de la antipolítica de la Crida de Carles Puigdemont. “Después de las conversaciones de estos últimos días he acabado decidiendo que lo mejor es que yo ponga punto y final a mi trayectoria en el Senado. Creo que no puedo seguir poniendo voz desde mi escaño cuando tengo esta discrepancia”, argumentó quien fuera secretaria general del PDeCAT después de reunirse el pasado jueves con el expresident en su residencia de Waterloo y tras las críticas públicas lanzadas con motivo de la presentación de su libro Perdre la por, Perder el miedo.

Pascal no tiene “sobre la mesa” desvincularse del PDeCAT y le gustaría “no tener que hacerlo”. En declaraciones a TV3, destacó que su partido tiene que elegir “compañeros de viaje” y reseñó que “si existiera un PNV en Catalunya, yo lo votaría”, pero “ahora mismo no existe”. Y reclamó al PDeCAT “que transite hacia aquí” porque “la opción de la Crida Nacional es la de la confrontación, del bloqueo institucional, de un simbolismo muy estéril”. En su carta de renuncia dirigida al presidente de la formación, David Bonvehí, subraya que JxCat “no ha asumido el rol necesario como actor político que aborde formas de solucionar el conflicto entre Catalunya y España, “prisionera de una retórica muy estridente”. - I. Santamaría