GASTEIZ. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha apostado por favorecer un contexto político de "certidumbre y estabilidad, tanto en Euskadi como en España, por lo que ha dicho que no comparte "las posturas que empujan a un entorno de confrontación, crispación e ingobernabilidad".

Urkullu, en su mensaje en la tradicional recepción a representantes de la vida política, social, cultural y económica del País Vasco con motivo de las fiestas de Navidad celebrado en la sede de la Presidencia vasca, en Gasteiz, ha advertido de que tampoco comparte "el recurso fácil a judicializar los conflictos políticos".

A juicio del lehendakari, el compromiso político debe suponer "contribuir a alcanzar los consensos necesarios que permitan facilitar la gobernabilidad y pactar las políticas de futuro", ya que la "función de la política es resolver problemas, no crearlos".

En materia de autogobierno, Urkullu ha dicho que para su actualización y profundización "la clave es ensamblar la capacidad de decidir y la obligación de pactar".

Para ello, ha alentado a la ponencia del Parlamento Vasco que trabaja en una actualización del Estatuto a que alcance un acuerdo "amplio e integrador entre las distintas culturas políticas de este país", un acuerdo que tenga "viabilidad institucional y jurídica y suponga un avance significativo" de la capacidad efectiva del autogobierno de Euskadi.

"Aliento la oportunidad de reestructurar la relación pactada con el Estado" porque, ha dicho, "es posible encontrar una solución si reforzamos el valor constituyente de los derechos históricos del pueblo vasco que se recogen explícitamente en la Constitución; y si hacemos valer el carácter pactado del Estatuto, eso sí, con la garantía de que lo acordado sea cumplido".

"Aliento un pacto que consolide el reconocimiento de Euskadi como el sujeto político que la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, desde diferentes perspectivas y tradiciones políticas, revindica y, sobre todo, experimenta día a día", ha sentenciado.

Ha hecho mención a la actuación de los condenados por el denominado "caso De Miguel", que, ha afirmado "empaña la trayectoria" de su partido, el PNV, del que eran miembros y cargos públicos sus principales implicados.

El lehendakari se ha referido abiertamente a la sentencia condenatoria de varios cargos de su partido que tejieron una trama para obtener irregularmente contratos públicos de administraciones gobernadas por el PNV y cobrar comisiones.

Unos hechos "de nepotismo que no tienen justificación" y que ha rechazado profundamente, aunque ha aclarado que con sus actuaciones delictivas "no se benefició a ningún actor político", sino que fue "una conducta desviada que no interfirió en la actividad política".

"No obstante, he solicitado disculpas a la sociedad por el aprovechamiento que, de su condición de cargos públicos, hicieron de forma indebida y a título particular. Estas personas tuvieron una actuación contraria a los valores y el compromiso ético que defiendo y que empaña la trayectoria del partido al que pertenezco", ha concluido.

EFE