BILBAO. En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, ha reiterado la "voluntad firme" del Ejecutivo de intentar que se logre un acuerdo para aprobar los presupuestos de 2020, para lo que, tras la ronda de contactos que concluyó este pasado martes, "a la vuelta de vacaciones, nos remangaremos en serio para avanzar hacia ese acuerdo".

Azpiazu ha destacado que, en estos primeros contactos, "todo el mundo dice, en principio, que está por la labor" de conseguir un acuerdo y él, por su parte, no tiene que "poner en duda esas intenciones". De este modo, ha recordado que, en la negociación de las cuentas de 2019, tanto Elkarrekin Podemos como el PP "se descartaron muy pronto del proceso" y se intentó "avanzar" con EH Bildu, aunque "no fue posible".

El consejero ha explicado que, una vez descontadas las cuantías que deben destinarse al aumento salarial de los funcionarios y las inversiones plurianuales de la previsión de incremento del gasto cifrada en unos 300 millones, "al final el crédito para hacer cosas diferentes es bastante reducido".

No obstante, el Gobierno ha traslado a los grupos políticos que si, "en lugar de plantear cuando están hechos los presupuestos cómo distribuir ese dinero, se plantean ahora sus prioridades y podemos encajarlas en el documento presupuestario, quizá tengamos un poco más margen de maniobra".

En relación a la posibilidad de que los presupuestos vascos tengan que volver a prorrogarse, Azpiazu ha reiterado que quiere "pensar que no tenga visos de realidad" es opción, aunque "técnicamente sí es posible" y, además, "previsiblemente los ciudadanos no van a sentir que hay o no presupuesto" porque "no va a afectar en cuestiones fundamentales.

Sin embargo, ha considerado que "políticamente es importante tener presupuesto aprobado". En cualquier caso, ha eludido pronunciarse sobre la posibilidad de que una nueva prórroga conllevara el adelanto de las elecciones autonómicas, "una decisión política de calado, que corresponde al lehendakari exclusivamente".

Por otro lado, ha asegurado que le hace "gracia e, incluso, pena" que se critique que las políticas que lleva a cabo el Ejecutivo vasco son "neoliberales". En este sentido, ha señalado que, "si se mirara lo que el Gobierno hace" en materia social y política económica, no se tendría "ninguna posibilidad de decirlo con cierto conocimiento de causa".

"Son tics", ha apuntado el consejero de Hacienda, que ha subrayado que él no se siente "nada neoliberal" y sí "más cercano a políticas públicas intensas en pro del bienestar de los ciudadanos y de la reducción de las desigualdades".

LAS SECUELAS DE LA CRISIS

Asimismo, Azpiazu ha afirmado que, "desde el punto de vista estrictamente económico, se ha salido hace bastante tiempo" de la crisis ya que se lleva "desde 2015 con cierta intensidad" de crecimiento económico y del empleo. Sin embargo, ha advertido de que, si se trata de "acabar con las secuelas" de la crisis, "todavía hay grandes problemas de desigualdad, de precariedad, de desempleo". Por ello, ha apuntado que "hay mucho que seguir trabajando".

En todo caso, ha insistido en que, aunque "decir que viene el lobo es una tentación bastante grande" para la oposición y los crecimientos "no son eternos" tampoco, "hoy razonablemente, con los datos económicos, podemos decir que el crecimiento económico previsto para este año del 2,3% es un crecimiento sólido" y "bastante superior" a la media europea.

Según ha recordado, para el próximo ejercicio, se estima un crecimiento del 2% que "también es importante", aunque "nos hemos acostumbrado a crecer al 3% y ya el 2 nos parece poco".