BILBAO - Carles Puigdemont perdió ayer su primera batalla ante la Justicia europea después de que el Tribunal General de la UE rechazara las medidas cautelares que solicitaron tanto él como el exconseller Toni Comín para poder ocupar hoy su escaño en Estrasburgo, en la jornada de constitución del Parlamento Europeo y donde el independentismo se manifestará para presionar a las instancias europeas para que los tres diputados soberanistas electos, los dos de JxCat y el republicano Oriol Junqueras, puedan ejercer su cargo. En el caso del líder de ERC el Supremo español trasladó al Tribunal de Justicia europeo la pregunta sobre su inmunidad para dilucidar el recurso de súplica.

“Dado que es indiscutible que los nombres de los demandantes no estaban incluidos en la lista remitida por las autoridades españolas al Parlamento el 17 de junio de 2019, debe estimarse que, a primera vista, los demandantes no habían sido declarados oficialmente electos”, sentenció el presidente del tribunal. La Justicia europea no da validez como lista oficial a los resultados publicados en el BOE el 14 de junio, en los que sí figuraban los nombres de Puigdemont y Comín, otorgando esa consideración a la enviada poco después por las autoridades españolas a la Eurocámara. Eso sí, en su resolución sobre las medidas urgentes reclamadas, el Tribunal aclara que su postura “no prejuzga” cuál será su dictamen definitivo cuando estudie “el fondo” de la petición.

Aunque los tres resultaron elegidos en las urnas el 26-M, el Supremo dejó sus escaños vacantes y el Parlamento Europeo considera que corresponde al país de origen definir su situación. La Justicia española estima que ninguno de ellos goza de inmunidad al no haber cumplido con los trámites que impone la ley española -prometer la Constitución en Madrid-; todo lo contrario que sus defensas, que entienden que la tienen desde que fueron proclamados eurodiputados por la Junta Electoral. Sobre este debate, el presidente del Tribunal General de la UE indica que los demandantes ya han presentado recurso ante un órgano jurisdiccional nacional y que el asunto está todavía pendiente.

La polémica sobre si Puigdemont estaría presente en Estrasburgo responde además a que se había especulado con la posibilidad de reactivar la euroorden contra él aprovechando que podría pisar suelo francés. Así lo exigió el presidente del PP, Pablo Casado , valorando que el país vecino no actuaría como Bélgica y Alemania y accedería a la extradición del exjefe del Govern. El líder popular instó a Pedro Sánchez a adoptar medidas para que fuera detenido, pero correspondería al Supremo, y no al Ejecutivo, reactivar esa orden europea. La ministra y portavoz en funciones del Gobierno español, Isabel Celaá, precisó que el arresto correspondería “exclusivamente a la judicatura” y es que, en este contexto, “son los jueces los que tienen que actuar”. “No vamos a entrar en una serie de declaraciones de unas u otras fuerzas”, zanjó.