Bilbao - Los socialistas expusieron ayer sus condiciones para lograr un acuerdo con el PNV en las instituciones vascas tras las elecciones municipales y forales del domingo. El PSE quiere que el acuerdo sea global, que abarque los intereses de cada cual en todas las localidades y que el PNV no le sea infiel en ningún municipio provocando su desalojo, sobre todo con el caso de Irun en mente. Sin embargo, pone límites a esta globalidad y pide que el pacto se circunscriba a la comunidad autónoma y que el PNV no lo plantee como un pack que abarque otras instituciones más allá de sus fronteras para presionar al PSOE a nivel estatal con la finalidad de que escoja a los jeltzales como socios en la investidura de Pedro Sánchez, o para que el socialismo frene a la derecha en Nafarroa.

Estos criterios los planteó ayer la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, después de que el PNV de Gipuzkoa haya lanzado señales de que quiere disputarle la alcaldía de Irun, y después de que Joseba Egibar haya asegurado que frenar el cambio en Nafarroa podría tener consecuencias. Como informó ayer este periódico, desde Sabin Etxea no quieren condicionar los escenarios ni dinamitar necesariamente los pactos por lo que suceda en otras instituciones, aunque el análisis que se haga de los acuerdos será global y es evidente que al PNV le plantearía dificultades una situación en la que el socialismo se alineara con la derecha navarra y, en el caso del Estado, con Ciudadanos. Este asunto será uno de los elementos que estarán sobre la mesa en la reunión de la ejecutiva del PNV el lunes. La intención no es condicionar unos escenarios con otros. Tampoco encaja la disputa por Irun, porque el presidente jeltzale, Andoni Ortuzar, había avanzado en una entrevista con este periódico que una opción plausible era el pacto de no agresión, y durante la noche electoral en Sabin Etxea se apuntaba con claridad en los corrillos a esta vía. No obstante, la candidatura en Irun no tendría recorrido por la falta de apoyos y la sangre podría no llegar al río.

irun El PNV de Gipuzkoa ha lanzado la candidatura del jeltzale Xabier Iridoy para disputarle la alcaldía de Irun al socialista José Antonio Santano. El PSE ha sido otra vez el más votado, aunque los jeltzales han subido dos escaños y 2.000 papeletas en un incremento muy notable que da aire al aspirante jeltzale para presentarse. Mendia no quiso darlo por definitivo porque, en el momento de su comparecencia en Bilbao, no habían arrancado las negociaciones con el PNV ni se había hablado de Irun. Evitó hablar de agresión al PSE, pero dejó caer que podría haber represalias en la alcaldía de Gasteiz: insinuó que presentar a Iridoy en Irun con la justificación de su crecimiento electoral sería tanto como postular a la socialista Maider Etxebarria, la segunda más votada en Gasteiz, para que le dispute la plaza a Gorka Urtaran, lo que sería un auténtico drama para el PNV por lo significativa que fue la victoria en la capital alavesa. No sería una maniobra del todo inocua presentar a Etxebarria, porque podría recabar el apoyo de EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

La diferencia radica en que la candidatura de Iridoy en Irun parece tener poco recorrido porque ni EH Bildu ni Elkarrekin Podemos tienen intención de respaldarlo. El PNV los necesita a los dos y la negativa es muy tajante en el caso de Podemos. Está por ver si el PSE seguiría considerando una agresión este movimiento a pesar de que quedara en nada y en la mera discrepancia política. El riesgo de represalias por parte del PSE existe, y la experiencia demuestra que en la política local suele haber sorpresas. La constitución de los ayuntamientos tendrá lugar el día 15 de junio y, hasta entonces, los teléfonos van a echar humo entre estos dos partidos, que actualmente gobiernan en coalición en el Gobierno vasco y han gestionado las diputaciones y las capitales.

El pacto ya atravesó por algún bache en 2015, cuando la alianza falló en Andoain porque un edil que se había presentado en las listas jeltzales como independiente se negó a dar la alcaldía a los socialistas, de manera que el municipio cayó del lado de EH Bildu. En el transcurso de la legislatura, la relación ha sido muy tempestuosa en municipios donde los dos partidos tienen una especial rivalidad, como Barakaldo, o en Irun, donde la ruptura fue sonada. El enfrentamiento en la localidad guipuzcoana se sigue arrastrando. Mendia pidió un pacto global que evite que se torpedeen los intereses de cada socio en los municipios. No aclaró si ese pacto incluye aupar al PSE para desbancar a la izquierda abertzale de municipios donde el socialismo es la segunda fuerza, como Andoain y Pasaia. En este momento hay muchos intereses cruzados que podrían dejarlo todo en tablas, aunque son muy habituales las maniobras de desalojo y son hipótesis creíbles. El PSE mira con recelos lo que puede ocurrir con el PNV en Gipuzkoa, que ayer dejó todo abierto en materia de alianzas asegurando por boca del portavoz de la Diputación, Imanol Lasa, que no hay vetos a ningún partido y que también hay coincidencias con Bildu.

Mendia quiso aclarar que aún no han comenzado las conversaciones pero, preguntada por Irun, consideró que la actitud de Iridoy está siendo “desafortunada”. “Si se alcanzan acuerdos, tienen que ser globales y para todas las instituciones. Si a lo que apelan es a que han tenido una mejoría en los votos, en el caso de Gasteiz podemos presentar a Maider Etxebarria, y estoy segura de que otros partidos estarían dispuestos a votarla”, dejó caer. No aclaró, en cambio, si el PSE aspira a desalojar a Bildu de Andoain. “No lo hemos planteado en la ejecutiva”, dijo. Sí rechazó tajante introducir Madrid y Nafarroa: “Cuando acordamos el Gobierno vasco, el PNV tenía un acuerdo con el PP en Madrid y en ningún momento lo mezclamos”.