PARÍS. La Guardia Civil, en colaboración con el Servicio de Inteligencia Interior de Francia, ha detenido este jueves en Sallanches, en los Alpes franceses, al histórico dirigente de ETA Joseba Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, huido desde hace 17 años.

Su detención, en la que ha sido clave la pista de un colaborador que han seguido los investigadores, se ha producido a primera hora de la mañana en el aparcamiento del hospital de Sallanches, donde iba a una cita médica.

Después ha sido conducido a Bonneville para prestar declaración ante el juez, que ha decretado su ingreso en prisión. En un máximo de cuatro días será trasladado a París.

Josu Ternera, de 69 años, era el militante de ETA más buscado y se encontraba huido de la justicia pendiente de cumplir una condena de ocho años en Francia por pertenencia a banda terrorista. Sobré él pesaba una orden de detención dictada por Interpol.

Urrutikoetxea (Ugao, 1950) no vivía en Sallanches, sino en Saint Nicolas de Véroce, un pequeño pueblo que pertenece al municipio de Saint-Gervais-les-Bains, zona muy concurrida para la práctica de deportes de invierno que se encuentra a escasa distancia de las fronteras entre Francia, Suiza e Italia.

La detención ha tenido lugar en el marco de la operación "Infancia robada", en memoria de los niños asesinados en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza -que también costó la vida a otras cinco personas-, por el que se le busca desde noviembre de 2002.

El Tribunal Supremo citó a declarar a Ternera por ordenar ese atentado en la capital aragonesa y entonces huyó. En ese momento era diputado de Euskal Herritarrok en el Parlamento Vasco, donde llegó a ser miembro de la comisión de Derechos Humanos.

Desde la clandestinidad, participó en 2006 en las conversaciones llevadas a cabo con ETA por el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, mientras se libraba una guerra interna en la banda en la que se impuso el sector más duro de Francisco Javier López Peña, Thierry, y Mikel Garikoitz Aspiazu Urbina, Txeroki.

Josu Ternera "reapareció" con el anuncio del cese definitivo de la lucha armada en 2001. Siete años más tarde, el 3 de mayo de 2018, fue quien leyó el último comunicado de la banda, en el que declaraba la disolución de la banda.

Según han informado fuentes judiciales francesas, Urrutikoetxea entrará en una prisión gala para cumplir la pena de ocho años que le fue impuesta el 1 de junio de 2017.

La Audiencia Nacional pedirá su entrega para que sea juzgado en España por las cuatro causas que tiene pendientes, una por el atentado a la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, y otra dirigida contra él y otros cuatro exdirigentes de ETA por crímenes de lesa humanidad.

También será reclamado por el asesinato del directivo de Michelin Luis María Hergueta Guinea en 1980 y por la financiación de ETA a través de las herriko tabernas.

Fuentes penitenciarias han señalado que Josu Ternera solo ha estado preso como preventivo entre el 5 de mayo de 1996 y el 14 de enero de 2000, periodo en el que entró en la cárcel de Meco (Madrid) y salió de la de Nanclares de Oca.

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, ha calificado su detención como paso "muy importante para la defensa de la dignidad" de todos los afectados.

Su homónima en la Asociación Víctimas del Terrorismo, Maite Araluce, ha dicho que muchas personas de este colectivo estarán ya más tranquilas, mientras que Dignidad y Justicia ha anunciado que pedirá su inmediata extradicción.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo espera que ahora sean detenidos "el resto de miembros de la banda terrorista que están huidos y que tienen causas pendientes con la justicia".

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha celebrado la detención y ha reconocido la labor y la cooperación de la Guardia Civil y los servicios de investigación franceses.

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha valorado la detención y ha felicitado a la Guardia Civil por su "ejemplaridad" y a Francia por su colaboración, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dicho que "las víctimas del carnicero van a dormir más tranquilas, vamos a dormir tranquilos muchos españoles".

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha comentado que "la historia no terminó hace un año con la disolución de ETA", porque aún existen "atentados pendientes de ser esclarecidos" y no solamente los cometidos por la organización terrorista.

El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha situado la detención en un "contexto electoral" y como parte de la "carta de presentación" del PSOE, al que ha advertido de que los problemas se solucionan mediante "el acuerdo y la negociación" y no "por la vía policial, judicial y de las cárceles".