Bilbao - Cuando parecía que el culebrón político en torno a la candidatura a las elecciones europeas del expresident Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí viviría su capítulo final, el Tribunal Supremo sumó ayer un nuevo episodio al caso. La Sección Cuarta de la Sala Tercera del Alto Tribunal al menos sí que clarificó el escenario que se le abre a Puigdemont de cara al 26-M al recordar en su escrito que en el afectado “no concurre causa de inelegibilidad”, pero pasó la pelota al tejado de la justicia ordinaria, que finalmente será la que deba dilucidar la batalla judicial abierta a la mayor brevedad posible. Es decir, tumbó la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) que excluyó a Puigdemont, Comín y Ponsatí de las listas de Lliures per Europa (Junts) -denominación de JxCat para las europeas- y se alineó con las tesis apuntadas por la Fiscalía al avalar que la candidatura de los políticos huidos en Bruselas se enclava en la legalidad.

La citada sala del Alto Tribunal se reunió ayer a mediodía después de que tres juzgados de lo Contencioso-Administrativo de Madrid -en los que fueron presentados los recursos de Puigdemont, Ponsatí y Comín- se inhibieran. Su movimiento les ha vuelto como un bumerán, ya que el Tribunal Supremo prefirió hacerse a un lado en un dictamen de semejante calado político y apelar al artículo 49 de la LOREG (Ley Orgánica de Régimen Electoral) para quitarse de enmedio esa patata caliente mediante una cuestión de formas. Por el contrario, sí que arrojó cierta luz sobre el escenario al que se puede enfrentar Puigdemont al entrar a la cuestión de fondo del conflicto. Y es que los cinco magistrados del TS advirtieron por unanimidad de que el del sufragio pasivo es “un derecho fundamental que la Constitución reconoce a todos los ciudadanos españoles”. Encontrarse en rebeldía, además, no entra dentro de los parámetros fijados por el artículo 6.2 de la LOREG que establece las causas de inelegibilidad para concurrir a unas elecciones, sean del calibre que sean.

“Esta Sala carece de competencia para conocer del presente recurso, debiéndose devolver las actuaciones con carácter urgente al juzgado de lo Contencioso-Administrativo, a fin de que de inmediato adopte la resolución sobre el fondo”, asevera el escrito del Supremo, que incluso llega a reconocer “la extraordinaria importancia de este recurso”. A pesar de que los citados tribunales no decidieron sobre el futuro de Puigdemont, Ponsatí y Comín con la celeridad a la que apremiaban desde el Alto Tribunal, lo cierto es que la posibilidad de que los tres figuren en las papeletas europeas subió ayer como la espuma. Resultaría rocambolesco que una instancia judicial inferior no siguiera los patrones de la doctrina marcada por el TS.

“victoria en campo contrario” La victoria judicial fue saludada por el actual president de la Generalitat, Quim Torra, y por el propio Puigdemont, que se felicitó por haber ganado “por primera vez en campo contrario” en una rueda de prensa ofrecida por la tarde. Torra, por su parte, calificó de “aberrante” que la JEC vetara su candidatura, y resaltó que tanto el Supremo como la Fiscalía reconocieron que es elegible. “Esta es la noticia, han ganado”, dijo, si bien lamentó el “festival” en el que se ha convertido la “justicia española” durante los últimos tiempos. Para Puigdemont es clave presentarse a las elecciones. Cree que, de ser elegido, conseguirá la inmunidad, aunque es algo muy discutido porque se esgrime que tendría que viajar a Madrid a recoger el acta, y ahí sería detenido.