Gasteiz - Las listas del PP vasco para las elecciones generales las encabezan partidarios de Pablo Casado nombrados desde Génova. ¿Han generado tensiones en el partido estos nombramientos?

-Yo hablé con Pablo Casado, y claro, es lógico que la gente que se presenta sea afín al presidente del partido, pero tiene todo el respaldo de la dirección regional.

¿Cree que el mensaje de Casado en España les puede perjudicar en Euskadi? Usted ha defendido la necesidad de presentar a un PP centrado en un momento de radicalización de las derechas en España.

-El mensaje fundamental es el de una alternativa a Pedro Sánchez, aquí lo que se dirime es eso, o se agrupa el voto desde el centro derecha o Sánchez seguirá siendo presidente, y con los mismos apoyos de la vez anterior. Ese es el mensaje para nuestra gente, y por lo demás supongo que en Murcia se hace de una manera y en el País Vasco de otra, pero el mensaje fundamental que nos tiene que unir es que debemos levantar una alternativa para una España que no se divida, que no se enfrente. Esta dinámica de política de bloques que no se pueden relacionar, que es una continuación de la política de Zapatero y que es la que quiere hacer Sánchez, me parece preocupante. Tenemos que presentar una oferta política más abierta, rehacer algunos consensos, pero Sánchez no está por la labor. Si queremos llegar a La Moncloa es para rehacer los consensos, dar mas protagonismo a la sociedad y no vivir pendientes de la ocurrencia de cualquier político. Eso tiene que ser el PP y es lo que contamos en campaña.

¿Cuál cree que debe ser la posición del PP con respecto a Catalunya? Usted defendió que su partido busque cierta complicidad con el PSOE para gestionar la crisis catalana.

-Rajoy aplicó el 155 con consenso, y lo hizo porque ya no quedaba más remedio. Al final tuvo que tomar esa decisión, fue el primer presidente que lo hizo, y lo hizo de acuerdo con el PSOE, con Ciudadanos y con otros partidos más pequeños, y esa es la forma razonable de actuar. De la misma manera también digo: Nadie puede bloquear permanentemente las decisiones que tenga que tomar un gobierno, hay que buscar el acuerdo y el diálogo, no podemos ir a la parálisis. La clave es la unidad, donde perdemos es en la división, en la división de nuestro espacio político; y cuando los grandes partidos no son capaces de abordar juntos los grandes retos perdemos todos, y por lo tanto el principal mensaje de la campaña debe ser el de la unidad.

Sin embargo, puede ser necesario que para desalojar a Sánchez del poder el PP tenga que pactar con Vox, lo que escoraría sus políticas a la derecha. ¿Es partidario de dichas alianzas?

-Hay partidos a derecha y a izquierda, a mí me preocupa más un gobierno con el apoyo de Bildu. Supongo que Vox no está en contra de la Constitución, otros sí. La gobernabilidad de España en el futuro depende de lo que hagamos nosotros, no de Vox. Así que el mensaje es que para que España sea gobernable hay que agrupar fuerzas.

¿Cree que la división del voto de derechas en Euskadi puede ser menor que en España por la escasa implantación de Ciudadanos?

-Yo creo que un centro derecha no foralista no tiene hueco en Euskadi. Nosotros nos sentimos herederos de los liberales fueristas que trataron de buscar un nuevo equilibrio en el País Vasco, y nos sentimos identificados con la Constitución del 78 que reconoce los derechos históricos. Venir aquí a decir que se quieren cargar el Concierto tiene muy mala venta y nos resistiremos a que sea así. Nos costó mucho que la izquierda aceptara esto, el PSOE estuvo con muchos recelos durante mucho tiempo, y que ahora vengan otros con ese discurso es una dificultad insalvable.

¿Ciudadanos podrá llegar a modular su discurso con respecto a la foralidad como para poder pactar con el PP vasco, como usted ofrece?

-En Navarra ellos han adquirido un compromiso de defensa del régimen foral y eso es un paso adelante, y el otro día Pablo Casado vino al País Vasco y reafirmó su voluntad de defender el Concierto Económico. Eso es importante.

La alianza entre PNV y PSE goza de buena salud. ¿Le cierra esa circunstancia al PP el acceso a las instituciones, incluso aunque consigan ganar en Araba o Gasteiz?

-Nos han quitado la posibilidad de gobernar donde ganamos uniéndose todos porque el PNV y el PSE no daban. El PSE estaba en una posición subalterna del PNV, pero en estas elecciones son una fuerza principal, y ahora es el PNV el subalterno. Los socialistas quieren garantizarse el apoyo del PNV en Madrid y a cambio aquí compran el discurso del PNV y lo que haga falta. El PSOE es el PSOE de Sánchez, y lo de aquí es una sucursal al servicio del PNV.

Pero pueden cerrarles a ustedes el paso a las instituciones.

-Sí, pero ya veremos. Tampoco eso se puede hacer eternamente, aunque el PSOE tiene la voluntad de ponerle un cordón sanitario al PP. Sánchez prometió elecciones pero luego no hubo elecciones, ya vemos lo que es. Esa idea de cordones sanitarios de Zapatero y de Sánchez, esa idea de bloques, de cavar trincheras, de incomunicación, es destructiva para España. Es muy importante lo que diga la gente, aunque luego a veces los políticos lo desprecian.

¿Hay que hablar, por tanto, para salir del atolladero político?

-Yo lo intento siempre, siempre trato de tender puentes, pero no es tan fácil. En Vitoria el PNV sale derrotado , dice que no va a ganar pero que va a pactar con Bildu, nosotros salimos a ganar, no vamos a pactar con Bildu, pero eso no quiere decir que no vayamos a gobernar. En otras ocasiones hemos estado en minoría, tenemos cierta experiencia en gestionar esas cosas.

Siempre ha dicho que el rival del PP en Euskadi es el PNV. ¿Sigue pensándolo, a pesar de la división en la derecha?

-Sí, absolutamente, desde todos los puntos de vista. Deberíamos compartir con el PNV ciertas ideas de orden económico o social, pero últimamente tira más hacia un modelo de izquierdas. Es nuestro rival claramente en la concepción del país, porque el nacionalismo tiene que mandar en todo, imponer su visión del mundo, y nosotros decimos que no. Es nuestro rival también porque tenemos electorados que fluctúan. El PP es un contrapoder, aunque nos digan que estamos muy lejos. Lo importante es tener la voluntad, nosotros queremos ser un contrapoder que equilibre, vemos esto demasiado dominado por un PNV que se complace en el poder y que está más preocupado por ese poder que por gobernar. El lehendakari ha dedicado casi todo el tiempo a hablar de no sé qué transferencias que le iban a traer, de Catalunya, y aquí la casa sin barrer. Aquí estaremos nosotros confrontando con ellos, yo no voy a salir a pelear con partidos que no están aquí, no puedo salir a pelear con fantasmas.

Es un reto importante, porque las encuestas soplan muy a favor de los jeltzales.

-Puede ser, pero están empantanados, y la pregunta que se tienen que hacer Urkullu y Ortuzar es con qué se van a presentar a estas alturas de la legislatura. ¿Qué van a decir, que se actualizó el Cupo, que se renovó el Concierto, que se prometieron inversiones para el AVE que luego se han parado? A partir de ahí les van a transferir unos poco kilómetros de carretera... Escaso bagaje. La situación en la que están algunos consejeros hubiera aconsejado una crisis de gobierno más amplia. El PNV tiene más poder que nunca, pero parece que se ha acomodado, no toma decisiones y eso empieza a perjudicar a su gestión. Ahora pueden pensar que esto son solo las críticas de la oposición, pero deben entender que esas críticas después saldrán de la calle, estamos advirtiendo de manera honesta y a tiempo.

“Los socialistas quieren garantizarse el apoyo del PNV en Madrid y a cambio aquí compran el discurso del PNV y lo que haga falta”

“Supongo que Vox no está en contra de la Constitución, otros sí. A mí me preocupa más un gobierno con el apoyo de Bildu”

“Tenemos que presentar una oferta política más abierta, rehacer algunos consensos, pero Sánchez no está por la labor”

“El PNV tiene más poder que nunca, pero parece que se ha acomodado, no toma decisiones y eso empieza a perjudicar a su gestión ”