bilbao - El Gobierno español ha realizado un movimiento que confirma su voluntad de negociar los traspasos pendientes a pesar del adelanto de las elecciones generales al 28 de abril y a pesar de la presión del PP y su ofensiva en contra del calendario de las conversaciones. El Ejecutivo vasco recibió ayer por la mañana las ofertas sobre cinco materias que estaban previstas dentro del bloque que se negocia ahora y que todavía no habían llegado al despacho del consejero Erkoreka. El Gobierno vasco había recibido hace días un planteamiento incompleto con solo dos de las siete materias previstas y esperaba las otras cinco. El resto de la oferta llegó ayer cumpliendo el plazo prometido, el mes de febrero, un dato que fue valorado públicamente por el lehendakari y confirma que, por el momento, hay voluntad política de cumplir lo acordado. No obstante, la amenaza de que la campaña lo embarre todo sigue ahí, y ayer el PNV desveló que ha dado un toque de atención a Sánchez para que acelere. Además, es cierto que se han cumplido los plazos, pero apurando al límite la fecha, con febrero a punto de acabar. Lo que hay sobre la mesa solo es una oferta, y ahora habrá que negociarla y acordar.

Al contrario de lo que sucedió con el Govern catalán, la negociación parece blindada frente a los ataques del PP. Los documentos han llegado justo un día después de que el Gobierno vasco desmontara con una declaración institucional la argumentación del PP en contra de los traspasos y su acusación sobre el sesgo nacionalista del calendario. El gabinete de Urkullu recordó a los populares vascos su respaldo en 1993 al Informe Zubia que sirvió como base para el listado del Gobierno vasco con 37 materias. El calendario de Batet incluye 33, y deja fuera las referidas a la Seguridad Social. Sánchez ha encontrado un colchón argumental y ha visto cómo el discurso del PP queda debilitado. Además, cumplir el Estatuto es cumplir la ley. Aun así, el previsible endurecimiento de la pugna en Madrid a medida que se acerca la campaña es todavía una amenaza que sobrevuela en el horizonte.

El Gobierno español ha enviado a Erkoreka una propuesta sobre el seguro escolar, las escuelas viajeras, las ayudas a la jubilación de trabajadores de empresas afectadas por ERE, el centro de estudios y experimentación de obras públicas, y la administración institucional e innovación tecnológica. Estas ofertas se suman a las que ya había recibido el Gobierno vasco sobre nueve líneas de tren de cercanías y Feve, y la legislación sobre los productos farmacéuticos.

Este paquete de siete materias centra los esfuerzos de ambos gobiernos porque es el único que da tiempo a cerrar en firme antes de las elecciones de abril, según el calendario de la negociación que recoge 33 traspasos. El acuerdo, según ese plan de trabajo, tendría que producirse en marzo. El Gobierno vasco ha recibido ya la oferta completa sobre los siete.

Los equipos de los dos gobiernos seguirán trabajando para alcanzar un acuerdo en el transcurso del próximo mes. Desde el departamento de Erkoreka no quieren entrar a valorar el contenido concreto de cada oferta o si Madrid ha realizado una propuesta a la baja en cada materia. Es habitual que sea así, pero entra dentro del juego de la negociación. El Gobierno vasco se limita por ahora a valorar que el Ejecutivo de Madrid ha “cumplido a rajatabla” las fechas.

comisión mixta A partir de ahora, tendrán que buscar un acuerdo y reunir a la Comisión Mixta para ratificarlo de manera oficial cuando se produzca. Ambas partes decidirán sobre la marcha si van a convocar a la comisión cuando esté cerrado el acuerdo en bloque sobre los siete traspasos, o si contemplan citarla varias veces, para ir ratificando poco a poco las competencias que se vayan pactando. Está por ver cómo evoluciona el clima político en Madrid, donde el Congreso y el Senado van a ser disueltos la semana próxima por la convocatoria electoral. Se prevé, por lo tanto, que el debate político se caldee aún más y los partidos entren abiertamente en la precampaña. Este contexto puede complicar el acuerdo y supone una amenaza que puede influir a la hora de decidirse por un planteamiento u otro en la convocatoria de la comisión.

Sánchez evita romper la baraja con el PNV, a quien probablemente volverá a necesitar tras las elecciones si aspira a gobernar. Al PSE también le beneficia la posibilidad de un acuerdo sobre los traspasos, y reforzaría su perfil autonomista en suelo vasco en la pugna electoral, en contraposición al PP. El propio Sánchez quiere exprimir el discurso autonomista y cree que puede hacer pedagogía para señalar el camino a los catalanes. Marca también distancias con el inmovilismo del PP. Los jeltzales, por su parte, podrían reforzar la idea de que no se han marchado con las manos vacías tras haber apoyado a Sánchez, con quien ya acordaron el traspaso de dos líneas de tren y un tramo de la AP-1.

Tanto el lehendakari como el presidente se hicieron eco ayer del rumbo de las negociaciones y pusieron en valor el canal de diálogo. Urkullu aprovechó un acto en Elgoibar para confirmar la recepción de las propuestas y puso en valor que el Gobierno español “está cumpliendo el compromiso del calendario”. Aseguró que seguirá con “esta vía del diálogo hasta completar de manera íntegra el Estatuto de Autonomía” porque “significa avanzar, crecer como país y ofrecer a la sociedad vasca condiciones para mejorar la calidad de vida”.

Sánchez, por su parte, se pronunció de manera tangencial en el Congreso, a preguntas del portavoz jeltzale Aitor Esteban, que le recriminó que haya dejado colgadas varias reformas y la transferencia de tráfico a Nafarroa. Sánchez aseguró que en el caso del traspaso hay problemas técnicos, pero garantizó que hay voluntad, y fue ahí cuando mencionó que ha fijado un calendario para cumplir el Estatuto de Gernika, que ha sido el primero en hacerlo aunque solo haya gobernado ocho meses, y que “eso merece el reconocimiento del PNV”. Desde el Gobierno vasco, la consejera socialista María Jesús San José pidió en Onda Vasca que el gabinete que surja de las elecciones respete el calendario pactado. Quedan en el aire las otras transferencias de la lista, que recoge 33 materias. La de prisiones no se podrá abordar antes de las elecciones, porque estaba prevista para enero del próximo año.

críticas del pp El PP de la comunidad autónoma carga en solitario contra esta negociación, y ayer dio por rotos los puentes con el Gobierno vasco tras la declaración institucional de repulsa a la moción del Senado. Su líder, Alfonso Alonso, dijo en Bilbao que el lehendakari le ha “mordido la mano” y va “a muerte con el PSOE”. A su juicio, la declaración es una indignidad porque ataca a su partido y la argumentación que contiene es falsa porque, a su modo de ver, todo el mundo sabe que solo quedan dos traspasos: el de prisiones (que el PP tampoco quiere transferir ahora) y la gestión del régimen económico de la Seguridad Social.

“Me parece indigno, por parte de un Gobierno, que eleve un acuerdo contra la posición política de un partido determinado en la Cámara, contra el PP. No sé qué tipo de colaboración están buscando con nosotros”, dijo. Después de que el Gobierno vasco le recordara el Informe Zubia, Alonso dijo que desde ese año se han transferido 35 materias y “han vuelto a crecer” porque el PNV necesita “la reivindicación permanente”. Se centró en ensalzar la capacidad vasca para recaudar impuestos.