El presidente ruso, Vladímir Putin, exigió ayer “inmediatas” garantías de seguridad a Estados Unidos y a la OTAN con el fin de rebajar la tensión con Ucrania, a la que acusó de preparar una nueva ofensiva contra el Donbás. “¿Y ustedes me exigen a mí alguna garantía? Son ustedes quienes deben darnos garantías. Ustedes, inmediatamente, ahora. Y no empantanarlas (las negociaciones) durante décadas”, manifestó Putin durante su multitudinaria conferencia de prensa anual.

Putin adelantó que las negociaciones con Occidente comenzarán en enero de 2022 en Ginebra, ciudad donde ya tuvo lugar a mediados de año la cumbre con el presidente de EE.UU., Joe Biden. En respuesta a la pregunta de una periodista occidental sobre una posible invasión rusa de Ucrania, Putin subrayó que “Rusia no amenaza a nadie” y que es EE.UU. quien ha desplegado misiles cerca de la frontera rusa, como la URSS hiciera con Cuba en 1962.

“¿Acaso hemos puesto nosotros misiles cerca de la frontera de EE.UU? ¡No! Es EE.UU. quien ha venido a nuestra casa con sus misiles, y ya están en el umbral”, aseguró. Putin se preguntó: “¿Cómo reaccionarían los estadounidenses si de repente desplegáramos nuestros misiles en la frontera entre Canadá y EE.UU. o en la frontera entre México y EE.UU?”.

Y recordó que, mientras Washington siempre recuerda que Rusia se anexionó Crimea en 2014, EE.UU. y México también han tenido sus “contenciosos territoriales”. “¿A quién pertenecía Texas? ¿Y California? ¿Se han olvidado?”, afirmó y recordó que Ucrania también fue creada por Vladímir Lenin cuando éste fundó la URSS en 1922, aunque en dicho territorio vivían entonces muchos rusos.

Ofensiva en donbás

Putin, quien recordó que el “agravamiento” de las relaciones con Ucrania no estalló este año con la concentración de tropas rusas en la frontera, sino en 2014 con la revolución del Euromaidán, que él llamó golpe de Estado, subrayó que es Kiev el único responsable de la actual tensión. “Ahora hablan de guerra, guerra, guerra. Da la impresión que puede ser que se esté preparando una tercera ofensiva militar (contra el Donbás)”, señaló.

Denunció también que Occidente está creando en el país vecino una “AntiRusia” con el “permanente suministro de armamento y el lavado de cerebro de la población”. “Y después con el paraguas de esos nuevos sistemas de armamento empujar a los radicales a solucionar los problemas en el Donbás por la vía militar”, afirmó. Putin subrayó que Moscú está dispuesto a mantener unas buenas relaciones de vecindad con Ucrania “a cualquier precio”, pero que a día de hoy esto es “prácticamente imposible”.

Recordó que para el Kremlin el ingreso de Ucrania en la OTAN es “inadmisible”, ya que significaría el emplazamiento de armamento ofensivo en el país vecino. “A veces parece que vivimos en mundos diferentes”, lamentó y agregó que la propuesta rusa de garantías de seguridad -que incluye la renuncia a la OTAN a toda actividad militar en Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central, o la retirada de la armas nucleares de EE.UU. en Europa- no son algo “extraño”.

Putin subrayó que las próximas acciones de Rusia dependerán de las garantías que reciba de Occidente, al que acusó de engañar a Moscú al aceptar en su seno a varios países de Europa Oriental y del antiguo espacio postsoviético, pese a que prometió que nunca lo haría. “Nosotros les dijimos: no lo hagan. Ustedes nos prometieron que no lo harían. Y nos dijeron: ¿dónde está escrito? No, entonces, ¡váyanse con viento fresco! Sus preocupaciones nos importan un pepino. Y así año tras año (...) Cinco olas de ampliación de la OTAN”, dijo, sobre la entrada de las tres repúblicas bálticas y otros países como Polonia o Rumanía.

“Por la paz”. Ucrania negó ayer preparar una operación militar en el Donbás. “La declaración del presidente de Rusia sobre la supuesta preparación de una operación militar ucraniana en el Donbas no se corresponde con la realidad”, dijo el portavoz de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, citado por la agencia UNIAN. Según el funcionario, Kiev “aspira exclusivamente a la paz”. Las declaraciones se producen en medio de una escalada de las tensiones en la región ante un eventual ataque ruso.