Las autoridades de Reino Unido han anunciado que concederán permisos excepcionales de trabajo para garantizar la llegada de carniceros extranjeros que puedan salvar el actual retraso en el sacrificio de cerdos, que mantendría a más de 100.000 animales en espera.

El Gobierno de Boris Johnson ha prometido 800 visados de corta duración, mientras que permitirá a las empresas cárnicas almacenar el producto hasta seis meses para que pueda procesarse posteriormente. A principios de mes, las autoridades estimaban en 120.000 los cerdos pendientes de sacrificio, fruto de una falta de mano de obra que amenaza con provocar problemas tanto sanitarios en las granjas como de suministro, especialmente para exportaciones.

La Asociación Porcina Nacional estima que unos 6.000 animales han sido sacrificados directamente en las granjas por "problemas de espacio". Confía en que la apertura de nuevos visados contribuya a resolver la crisis. "Demuestra que el Gobierno por fin ha escuchado", ha dicho en un comunicado, según la agencia Bloomberg.

La falta de mano de obra se extiende a varios sectores desde la salida de Reino Unido de la Unión Europea, con especial incidencia en el sector alimentario y de transporte, como ya quedó de manifiesto semanas atrás con estanterías vacías en los supermercados y gasolineras con menos combustible del habitual.