- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, culminó ayer su visita al norte de Chipre, un viaje en el que ha dado definitivamente un portazo a las negociaciones de reunificación de la isla y deja en manos del liderazgo turcochipriota anunciar una apertura parcial del sellado barrio de Varosha, contra toda resolución de la ONU. “El nuevo proceso de negociación solo puede llevarse a cabo entre los dos estados”, zanjó ayer Erdogan durante su discurso al término del desfile militar con el que la autoproclamada república Turca del Norte de Chipre (RTNC) celebró el aniversario de la ocupación militar turca del norte de la isla en 1974. “Los turcochipriotas no van a renunciar a su soberanía y convertirse en una minoría de grecochipriotas” recalcó.

Con este viaje al norte de Chipre el presidente de Turquía puso así punto final a los esfuerzos de la ONU y de la Unión Europea de alcanzar una solución federal bizonal y bicomunal para Chipre.

Pese a los llamamientos que actores internacionales hicieron al presidente de abstenerse de provocaciones en relación con la cuestión chipriota, Erdogan cumplió con lo que habían filtrado algunos de los medios afines a su Gobierno, la apertura parcial de Varosha, si bien dejó el anuncio en manos del primer ministro de la RTNC, Ersin Tatar.

El líder nacionalista turcochipriota anunció que levantará el estatus de zona militar en un 3,5 % de este barrio fantasma, sellado tras la invasión turca, y del que fueron desplazados unos 12.000 grecochipriotas.

Tatar aseguró que solicitará a la comisión encargada de evaluar las demandas de los antiguos propietarios que aceleren esta gestión en el caso de las personas a las que pueda afectarle esta apertura.

Los planes prevén así que los grecochipriotas que perdieron propiedades puedan volver a su tierra, pero por supuesto bajo administración turcochipriota, o, si no, entregar estas propiedades a cambio de una indemnización.

Según medios turcochipriotas, la zona en cuestión podría ser un área cercana a la zona poblada de Famagusta (por razones de luz, agua, telecomunicaciones), en la que hay cerca de medio millar de viviendas, para las que existen 681 títulos de propiedad grecochipriotas.

En 1984 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que prohíbe el asentamiento en Varosha de personas que no sean sus habitantes y pide la transferencia de esta área a la administración de la ONU.

En un principio se esperaba que fuera Erdogan mismo quien anunciara la apertura de Varosha durante su primera jornada de la visita, pero se limitó a anunciar la construcción de varios edificios gubernamentales, en un mensaje para recalcar el estatus de Estado del norte de Chipre. Ayer, en sus palabras tras el desfile militar Erdogan señaló que con la apertura de esta área de la ciudad comenzará una nueva era para Varosha.

En su discurso, Erdogan tampoco escatimó críticas hacia la UE, a la que acusó de no haber cumplido su promesa de ayudar económicamente al norte de Chipre para fomentar su desarrollo. “Ellos (los europeos) nunca se han comportado de manera justa”, dijo, y señaló que algunos funcionarios europeos le habían pedido que usara un lenguaje cuidadoso durante su viaje a la isla.

Las reacciones desde el sur de Chipre no se hicieron esperar y el presidente, Nikos Anastasiadis, afirmó que el anuncio de Tatar intenta alterar el estatus de Famagusta, tal como lo definen varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Anastasiadis dio instrucciones al ministro de Asuntos Exteriores de informar al Alto Representante de Asuntos Exteriores de la UE sobre los acontecimientos, lo que se produjo inmediatamente.

Además, el ministerio informó ayer mismo al Consejo de Seguridad de la ONU e informará también a los embajadores de los cinco miembros permanentes y a los embajadores de los Estados miembros de la UE.