Defender el modelo económico o refundarlo es la dicotomía que plantean los candidatos a la presidencia de Perú, Keiko Fujimori (derecha) y Pedro Castillo (izquierda), que revela la duda de quebrar largos años de disciplina fiscal y crecimiento que sin embargo no lograron acortar las brechas sociales. En los últimos 30 años, Perú pudo alcanzar cierto prestigio en la escena financiera debido al ordenamiento de sus cuentas y la estabilidad de ingresos que le permitieron engrosar sus ahorros. Sin embargo, la crisis sanitaria desnudó un débil sistema de salud y previsión social e hizo desaparecer la solidez de las cuentas públicas, mientras que la pérdida de ingresos de las familias disparó la pobreza al 30 % de la población y puso en situación de vulnerabilidad a otro 33%.

Perú elegirá entre Castillo y Fujimori al presidente que iniciará su gobierno el 28 de julio, día en que se declaró la independencia del Perú hace 200 años. Ambos están en los extremos ideológicos y plantean propuestas diametralmente diferentes en materia de rescate económico y de manejo político y social.

El maestro sindicalista y candidato de Perú Libre ha tallado en sus electores la idea de que no pueden seguir existiendo pobres en un país rico en recursos naturales. El plan de Castillo propone la nacionalización de los recursos naturales, un nuevo impuesto a las sobreganancias en su explotación, establecer regalías sobre la venta de los mismos y renegociar los contratos para revisar beneficios fiscales a las empresas. Además, pide una segunda reforma agraria que combata el monopolio de tierras y las reserve para la pequeña agricultura.

Fiel a su padre

La hija del expresidente Alberto Fujimori defiende a rajatabla el modelo económico que su padre instauró en la Constitución de 1993 para salir de la hiperinflación y el aislamiento provocados por Alan García en su primer gobierno (1985-1990). Ese modelo permitió un crecimiento anual del 7% entre 1993 y 2013, con reducción de la pobreza al 24% en 2012, pero sin proveer servicios públicos decentes a la gran mayoría de los ciudadanos.

Pese a su defensa del modelo, las acuciantes necesidades sociales han llevado a Fujimori a proponer el reparto del 4% del canon minero directamente a la población, dejando de lado la intermediación de los gobiernos regionales que lo reciben para ejecutar obras y servicios.

La candidata también promete duplicar las pensiones a los adultos mayores en extrema pobreza, e incrementar el número de beneficiarios en 500.000 personas en cada año de su gobierno. Según afirmó, estas propuestas son “una continuidad de políticas que ya hay”, y que algunas tendrían que revisarse por “inviables o antitécnicas”.

keiko fujimori

salvadora del modelo paterno

En el ojo de la Justicia. Keiko Fujimori, de 45 años, y con estudios universitarios de administración de empresas en EE.UU., se ha convertido en la esperanza para salvar el “modelo” económico y social instaurado por su padre. En pocos lugares sería viable una candidata acusada de los delitos de organización criminal y lavado de activos por los que la fiscalía pide 30 años de prisión, y que está a las puertas de un juicio que solo evitará si es presidenta y obtiene inmunidad. Menos aún si esa candidata pasó más de un año en prisión (de octubre 2018 a mayo 2020) ante el temor de la Justicia de que interfiriera en las investigaciones que se siguen en su contra. Keiko está casada con el estadounidense Mark Vito, sobre el que pesa también una investigación por delitos de corrupción.

Pedro castillo

El maestro y los cambios radicales

Ajeno a la política tradicional. Nadie esperaba que este hombre de 51 años de ascendencia humilde y campesina pudiera estar a un paso de ganar la presidencia. Pedro Castillo es un maestro rural religioso y conservador ajeno a la política tradicional peruana. Líder del sindicato de maestros, su primer gran contacto con la política peruana fue como gestor de una huelga general del sector en 2017. Castillo lleva como bandera el lema “no más pobres en un país rico”, y aboga por derogar la Constitución vigente desde 1993, creada por Fujimori (1990-2000) y abiertamente neoliberal, y crear otra donde el Estado tenga una mayor cabida.