Túnez. La región de Sidi Bouzid, donde ayer se cumplía el primer aniversario del estallido de los disturbios que desembocaron en la caída del presidente Zine el Abidine Ben Ali tras 23 años en el poder y en la conocida como Primavera Árabe, conmemora con un festival cultural el primer aniversario del comienzo de la "revolución". Hace un año, el joven comerciante Mohamed Bouazizi, de 26 años, se quemó a lo bonzo en la puerta de la sede del Gobierno regional de Sidi Bouzid, para protestar por la incautación de su puesto de verduras por la policía, lo que originó un movimiento solidario de protesta social entre los jóvenes pobres y en paro de dicha deprimida localidad del centro del país.

Ayer, su ciudad natal le rindió homenaje con un monumento escultórico, un carro como el que le confiscó aquel 17 de diciembre la policía con una frase escrita en rojo: "Para aquellos que anhelan ser libre". Asimismo, los residentes de Sidi Bouzid han preparado para la ocasión múltiples actividades culturales que se prolongarán durante tres días. Exposiciones de fotos sobre la Revolución de la Dignidad y la Libertad y de las víctimas que murieron, proyecciones de películas en diferentes calles de Sidi Bouzid, espectáculos callejeros, conferencias y recitales de poesía son algunas de las actividades que arrancaron ayer en la ciudad, situada a 280 kilómetros al sur de la capital tunecina.

Un año después, la transición democrática en el pequeño país magrebí que sirvió de inspiración a millones de jóvenes árabes ha arrancado con un flamante presidente interino, Moncef Marzuki, un destacado defensor de derechos humanos y opositor durante el régimen de Ben Ali, y se espera la formación de un nuevo gobierno antes de fin de año, que estará dirigido por el islamista Hamadi Yabali. Marzuki viajó ayer a Sidi Bouzid para el primer aniversario de la Primavera Árabe, un proceso histórico que le permitió regresar a su país. No obstante, muchos ciudadanos se quejan de que la situación en la región tunecina continúa siendo la misma que empujó a Buazizi a prenderse fuego.

realidad sin cambios La realidad "no ha cambiado, ni ha mejorado la vida de sus habitantes: el paro laboral continua aumentando en todas las regiones del interior, doblando la media nacional", aseguró a Efe el joven en paro Mohamed al Yumni, originario de Sidi Bouzid y que participa en una acampada de protesta instalada en la inmediaciones del Parlamento tunecino, en la capital.

"Este año tengo más amigos en paro y todos los partidos políticos que participaron en la elecciones del 23 de octubre y que hicieron su propaganda a costa de nuestros problemas endémicos, nos han dejado de lado", se queja Al Yumni. Según este joven activista: "La Asamblea Nacional Constituyente está formada por miembros que buscan más sus intereses personales y aún no hemos visto que lleven a la práctica las promesas de la campaña electoral, algo que también hicieron los diferentes gobiernos transitorios".

Tras las elecciones a la Asamblea, las primeras democráticas celebradas en el país, se puso fin a un periodo de gobiernos transitorios designados que siguió a la caída de Ben Ali, el 14 de enero, y arrancó la transición política que estará comandada por el partido islámico moderado Ennhda, vencedor de los comicios de octubre, y sus dos socios de gobierno, que marcarán el ritmo de la redacción de la nueva constitución.

Corrupción Por su parte, Subayi Aisawi, de 30 años, también en paro, opina que "la corrupción sigue vigente en las oposiciones nacionales a los puestos de trabajo y a la obtención de ayudas sociales". "Nada ha cambiado, al contrario, seguimos indignados, y el fenómeno de la corrupción continua. Esperamos que el nuevo gobierno encuentre una solución radical y concreta a los problemas de la cuenca minera de Gafsa que desde 2008 se manifiesta", agregó.

La única señal positiva que apuntan los jóvenes, es que en los últimos tres días se ha levantado el toque de queda tanto en Sidi Bouzid, como en Gafsa, regiones industriales que han sido testigos de numerosas manifestaciones, paros y disturbios a pesar del cambio de régimen.