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Hallado el cuerpo de Jon Bárcena sin signos de violencia junto al pantano de Legutio

El cadáver fue encontrado por un grupo de familiares y amigos muy cerca de donde fueron halladas sus pertenencias

Hallado el cuerpo de Jon Bárcena sin signos de violencia junto al pantano de LegutioFoto: Alex Larretxi

Legutio - Familiares y amigos de Jon Bárcena encontraron ayer el cadáver del joven de Berriz desaparecido desde el pasado 30 de diciembre. El hallazgo se produjo junto al pantano de Urrunaga, en Legutio, a escasos metros de donde aparecieron varias de sus pertenencias, en una zona fuera del agua en la que se habían centrado las labores de rastreo en las últimas semanas y que ya había sido peinada en varias ocasiones. A falta de las conclusiones de la autopsia, que se le será practicada en Gasteiz y que permitirá esclarecer las causas de la muerte, el cadáver no presentaba signos de violencia.

Jon Bárcena llevaba desaparecido desde el pasado 30 de diciembre, cuando junto a varios amigos subía al monte Gorbea pero decidió darse la vuelta tras sentirse indispuesto. El hallazgo de varias de sus pertenencias, entre ellas su mochila y sus botas, junto al pantano de Urrunaga, a unos 18 kilómetros del Gorbea, y donde también le situó un testigo, desplazó la búsqueda hacia una de las penínsulas del embalse. La zona, dentro del municipio alavés de Legutio, es conocida como La Chopera.

Más de un centenar de familiares y amigos organizaron ayer una batida para intentar localizar al joven en esa península, situada junto a la N-240 que conduce a Legutio desde el puerto de Barazar. Uno de los participantes de esa búsqueda daba la voz de alarma a primera hora de la mañana y comunicaba que habían encontrado el cuerpo de un hombre, lejos de la zona del agua. Todo parecía indicar que se trataba del joven desaparecido y fue uno de los familiares de Jon, que también participaba en la búsqueda, quien identificó sin duda al berriztarra.

Se encontraba en un pinar, a unos 150 metros de donde fueron halladas sus pertenencias a principios de mes y cerca de una de las casetas de pescadores que existen en las inmediaciones. Tanto el operativo de búsqueda de la Ertzaintza como los propios voluntarios que habían participado en el operativo habían pasado por ella en varias ocasiones, pero sin éxito. Según describió Gorka Cámara, responsable de la batida, el lugar en el que fue hallado está cerca de un camino aunque es de difícil acceso, en una zona de pinos jóvenes y repleta de zarzas. “Mucha gente hemos estado por la zona muchas veces; muchos de los que hemos estado hoy hemos pasado muy cerca de donde estaba. Aunque no es una zona muy cerrada, no está limpia”, relataba Cámara.

El cadáver de Jon tenía puesta la misma ropa con la que salió de casa esa mañana del 30 de diciembre: una camiseta, unas mallas y los calcetines. “Se especulaba con que podía haber conseguido ropa en las chabolas de alrededor pero no”, explicaba el organizador del dispositivo. “Era su ropa la que tenía puesta”. Tanto la mochila, sus botas y la sudadera que vestía el día de su desaparición, así como sus llaves y su cartera, habían sido localizadas a principios de mes en esta misma península.

Según informó el allegado de la familia, el cuerpo no presentaba signos de violencia, un aspecto que confirmó después el departamento de Seguridad del Gobierno vasco. Sin embargo, será la autopsia que se le practicará en Gasteiz la que determinará las causas de la muerte del joven. Por el momento se desconoce cómo falleció el joven y la Ertzain-tza mantiene abiertas todas las hipótesis sobre su muerte y las circunstancias por las que su cuerpo ha sido hallado tan lejos del Gorbea, incluida la desaparición voluntaria, que se extraviara, desorientara o que sufriera algún tipo de accidente. “No sabemos nada de lo que ha podido pasar. Sabemos que ha aparecido muerto y nada más”, admitió Cámara.

Solidaridad y agradecimiento

La propia consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, reconoció ayer que no hay todavía “datos concluyentes” y abogó por esperar a que la investigación forense finalice para determinar las causas de su muerte. “En todo caso, quiero expresar mi solidaridad con el dolor de la familia y agradecer también la participación ciudadana que, desde el principio, ha aportado información y colaborado en la búsqueda”, añadió la responsable del Gobierno vasco.

El hallazgo se produjo a las 10.00 horas, poco después de que el grupo de voluntarios llegara a las inmediaciones del pantano. Habían partido, en dos autobuses, a las 7.30 horas desde Berriz y, dividida la zona en tres áreas, habían comenzado la búsqueda por tierra del joven. “Seguíamos viniendo pero queríamos organizar un operativo más grande para peinar la zona casi al centímetro y poder descartar que se encontrara aquí. Mucha gente se ha quedado en casa porque era muy complicado organizarlo para tantas personas”, explicaron. A pocos metros de ellos, en la orilla del pantano, los buzos de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza también se disponían a recorrer la lámina de agua del embalse, como venían haciendo desde hace varias semanas.

A partir de ese momento se activaron los protocolos y diligencias policiales y judiciales, trasladándose al lugar tanto los especialistas de policía científica como la comitiva forense. Una vez ultimadas dichas diligencias, y tras ordenar el juez el levantamiento, sobre las 15.00 horas el cadáver era trasladado al Servicio de Patología Forense de Gasteiz.

30 diciembre. Jon Bárcena y un grupo de amigos dejan el coche en Murua para subir a Gorbea. Según sus compañeros, a los 15 minutos dijo sentirse indispuesto y se dio la vuelta. Sin embargo, cuando estos bajaron, a las 18.45 horas, no encontraron a Jon y dieron la voz de alarma.

31 diciembre. Un testigo ve a Jon en el entorno del pantano de Urrunaga.

2 enero. Encuentran la cartera y las llaves junto al pantano, por lo que la búsqueda se traslada a la península del pantano, en Legutio, que es dragado por los buzos. También localizan sus botas, su mochila y prendas de vestir.

5 enero. Seguridad se centra en la investigación, aunque continúan haciendo rastreos en el pantano. Creen que puede estar sumergido.