Bilbao - Robos un día sí y al otro también. Esa es la percepción de los surfistas que, tras los últimos saqueos en los vehículos estacionados en el parking que comparten Arrietara y Barinatxe, se sienten “inseguros” y “con impotencia”. “No es una cosa nueva, aquí siempre han robado mucho, pero últimamente es más brutal”, dice Ana, una surfista vecina de Algorta. A ella los amigos de lo ajeno le visitaron el pasado martes. Fue todo “muy rápido”. En este caso, esta surfista ni tan siquiera iba a practicar el deporte, “solo dejaba el coche por unos minutos”. Pero diez fueron más que suficientes. Eran las 19.00 horas cuando Ana tuvo que reunirse en las cercanías del vehículo estacionado. Se trataba de un encuentro breve; por eso, decidió dejar el bolso oculto debajo del sillón de su BMW. Y se alejó. A las 19.15 horas, una amiga le daba la mala noticia; el cristal de copiloto estaba reventado. Y se lo llevaron todo. “Mis tablas de surf, el bolso, mi cartera, la documentación, el dinero, la mochila, una chamarra que me habían regalado por mi cumpleaños? todo”, se lamenta a DEIA. Su conclusión coincide con la del resto de surfistas; el miedo, ahora, está en el cuerpo de todos: “Nos vigilan. Saben lo que dejamos en el coche. Y dónde. Lo saben todo”, dice con severidad, por ello aquel martes entraron en su coche “y no en el de mi amiga”. Su compañera también había estacionado el vehículo, justo al lado del de Ana. Pero se había llevado las cosas consigo; tampoco iba a surfear. “Qué impotencia da... genera rabia. Son tan pocos minutos que sorprende que les haya dado tiempo a entrar y quitármelo todo. Si no me hubieran vigilado no hubieran encontrado el bolso, en diez minutos no les da tiempo a todo”, opina con resignación.

Precaución Según confiesa Ana, el primer robo ocurrió el primer día de la semana, “hablé con la chica y me dijo que le habían robado”, el martes le tocó el turno a ella. Y el miércoles, Manu Lamela, un joven del municipio de 36 años, fue testigo de los restos del que sería el tercero en tan solo tres días. “Salí de surfear y al ir a mi coche iba pisando cristales. Eran de la ventanilla del que estaba aparcado al lado mío”, asevera. “Estamos hartos de la situación. Solo esta semana hasta tres robos? hay que tener mucho cuidado. Algunos surfistas sacan una foto antes de irse a bañar, dejan las cosas en el coche y se van. Pero los ladrones ya saben que si has sacado una foto y te vas a surfear, no te llevas el móvil. Cualquier cosa les vale, por eso hay que extremar la precaución, porque los que roban en Sopela siempre son los mismos y vigilan el parking. No roban en un coche sorteado al azar”, reflexiona. Y se basa en su experiencia porque a él también le llegó la visita inesperada. Sacó una fotografía con su réflex, dejó la cámara en el coche? y esa fue la última vez que la vio. Se llevaron hasta los objetivos. “Los surferos, lamentablemente, somos las víctimas perfectas para los amigos de lo ajeno, porque si hemos dejado el coche saben que no nos hemos podido bajar nada y que, además, tardaremos un buen rato en volver?”, dice insatisfecho.

“Tenemos que hacer algo. Nos ha pillado tan de sopetón que todavía ni hemos planeado un plan. Pero, desde luego, los surfistas que venimos aquí tenemos que juntarnos y vamos a buscarle una solución. No es fácil. Lo sé. Pero igual podemos hacer turnos y vigilar los coches... no lo sé. Desde luego, yo voy a tener mucha precaución”, alega Ana.