BERLÍN. "Hemos conocido esta noche con gran consternación y profunda tristeza la muerte de Egon Bahr", dijo el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, respecto a quien fue considerado un histórico de esa formación, peso pesado del equipo de Brandt y una autoridad moral hasta hoy.
La familia del SPD alemán y muchas personas en toda Europa lloran a un "gran socialdemócrata valiente y honesto, arquitecto de la unificación alemana, político por la paz y europeo", agregó Gabriel, líder del partido, vicecanciller y ministro de Economía de la gran coalición que lidera la canciller Angela Merkel.
Bahr fue un gran visionario con una energía política excepcional, afirmó Gabriel, quien agregó que "confiaba esencialmente en el poder de la libertad y en la fuerza del diálogo, base para el 'cambio a través del acercamiento'" por el que abogaba.
Subrayó que, hasta el último momento, Bahr fue un asesor leal e infatigable del SPD.
"Echaremos mucho de menos su brillantez analítica, su racionalidad y pasión, pero también su temperamento y su afable humor", dijo Gabriel, quien en tono ya personal añadió: "Echaré mucho de menos a Egon como amigo y asesor".
Los mensajes de condolencia se extendieron a todo el espectro parlamentario, empezando por la canciller y líder de la Unión Cristiadenomócrata (CDU), quien en un mensaje desde Brasil -donde preside la cumbre intergubernamental bilateral con Dilma Rousseff- destacó "la pasión y compromiso" con que Bahr sirvió al país.
"Egon Bahr se ganó la consideración y reconocimiento de sus compatriotas, por encima de partidismos", indicó Merkel.
En sentido parecido se pronunció el presidente del país, el independiente Joachim Gauck, mientras que el exlíder soviético Mijaíl Gorbachov destacaba, en un mensaje enviado por su oficina, el papel desempeñado por Bahr para la unidad europea.
Por su parte, el grupo parlamentario socialdemócrata del Parlamento Europeo lamentaba, a través de su cuenta en Twitter, la muerte de "un gran político".
Nacido en marzo de 1922 en Treffurt (este de Alemania), Bahr fue secretario de Estado en la Cancillería alemana a partir de 1969 y en 1972 fue nombrado ministro encargado de Asuntos Especiales.
Tras la renuncia de Brandt en 1974, en medio de un caso de espionaje en su equipo de asesores, Bahr se hizo cargo del Ministerio de Cooperación Económica en el Gobierno del asimismo socialdemócrata Helmut Schmidt y posteriormente se desempeñó como secretario de organización del SPD.
Su gran cometido fue negociar, en plena Guerra Fría, acuerdos con Moscú y con Varsovia para renunciar a la violencia y a favor de una normalización de las relaciones.
Además buscó el acercamiento con la República Democrática Alemana con el objetivo de mejorar las relaciones entre ambas Alemanias.
Se mantuvo en activo, como comentarista político y articulista, hasta prácticamente el final de su vida.
A finales del pasado julio, Bahr todavía viajó a Moscú, donde abogó junto al último líder de la Unión Soviética, Gorbachov, por poner fin al distanciamiento entre Alemania y Rusia a raíz del conflicto de Ucrania.