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La amenaza de la avispa asiática se extiende a las zonas de tolosaldea y goierri

Esta especie que aniquila las avispas y abejas autóctonas, llegó al territorio hace cinco años procedente de Iparralde

La amenaza de la avispa asiática se extiende a las zonas de tolosaldea y goierriFoto: Gorka Estrada

DONOSTIA. El asedio a las colmenas durante el verano está siendo constante. La expansión de la avispa asiática es un hecho. La especie invasora está diseminada por Gipuzkoa pero, a diferencia de otros años en los que su presencia era más acusada en Irun y Bidasoa, durante estas semanas se ha constatado que el foco se ha trasladado a Goierri y Tolosaldea. “Si bien hasta ahora habíamos visto algún ejemplar en el interior, este año las avispas están mucho más arraigadas en la zona”, explica a este periódico Egoitz Galarza, veterinario de la Asociación de Apicultores del territorio. En lo que va de añose han retirado en Gipuzkoa un total de 280 nidos.

La avispa asiática es una especie invasora que llegó a Europa en 2004 y entró en Gipuzkoa por Irun hace cinco años. Desde entonces, ha causado importantes daños en las colmenas de abejas. Los apicultores calculan que en el plazo de un mes podrá conocerse con precisión la afección real de la Vespa velutina, aunque el “enorme volumen” de avispas reinas recogidas en los trampeos realizados hasta ahora hace temer lo peor.

De algún modo, ya es un hecho constatado. Lo sabe bien Mikel Zubeldia, que preside la Asociación de Apicultores desde hace medio año. “Durante los primeros días de agosto tuve que cambiar la ubicación de las colmenas que tengo en Tolosa y Berrobi. Antes la miel se extraía en fechas posteriores, pero ahora te ves obligado a hacerlo cuanto antes”, comenta este bombero de profesión que ha participado en la retirada de numerosas colmenas.

Destrucción de nidos

Por el momento se han destruido en Gipuzkoa 280 nidos, pero el verdadero trabajo comenzará a partir de ahora. La localización de los nidos afecta a todo el territorio y se van destruyendo avisperos en todas las comarcas, con especial incidencia en el interior del territorio. Si bien el año pasado se retiraron un total de 773 colmenas, todo parece indicar que durante este ejercicio la cifra quedará pequeña.

Tras la experiencia recogida en anteriores ejercicios, se ha establecido un nuevo método de colaboración con la mayoría de los ayuntamientos y las Asociaciones de Desarrollo Rural. El protocolo no se limita a la actuación contra los nidos definitivos en otoño, sino que se inicia en primavera con la colocación de trampas para cazar avispas reinas y destruir los nidos primarios, de modo que se pueda hacer frente a la especie invasora durante todo su ciclo vital.

Gracias a ello, explica Zubeldia, durante esta primavera se han recogido “una barbaridad de reinas”. La colocación de trampas permite contabilizar el número de avispas fundadoras, un dato que los técnicos extrapolan para conocer las reinas que puedan quedar en libertad.

Los nidos que las avispas elaboran nada más abandonar la hibernación han estado hasta ahora en fase primaria, pero será a partir del mes que viene, con la caída de las hojas, cuando comiencen a avistarse las colmenas secundarias de grandes dimensiones. “Todo trabajo que pueda haberse realizado hasta ahora en la retirada de colmenas es fundamental. Los nidos son cada vez más grandes, y de aquí en adelante esperamos la mayor afección. La situación parece más preocupante que otros años porque el número de reinas capturadas hasta ahora ha sido mayor y, de hecho, en varias zonas de Gipuzkoa los apicultores ya han perdido buena parte de sus colmenas”, lamenta Galarza.

Las han perdido por una razón. Las avispas se posan delante de las colmenas y las abejas no se atreven a salir por miedo a la especie invasora. Debido a la falta de alimento, la reina deja de poner huevos, como debería hacerlo hasta mediados de noviembre, “y las abejas acaban muriendo” sin nuevas especies que garantice la supervivencia.

Los apicultores guipuzcoanos lamentan que en invierno muchas colmenas dejarán de funcionar. “Todavía hay abejas, pero en invierno mueren. Ese es el mayor problema que nos encontramos, a la espera de que se descubra algún sistema. Nos consta que se están realizando diferentes pruebas, pero todavía no hay ningún resultado efectivo”, lamenta Zubeldia.

Continúa la investigación

El laboratorio Neiker, en colaboración con la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa, sigue realizando distintos ensayos con productos para atraer a la avispa asiática y analizar cuál es el que mejores resultados obtiene. En colaboración con el servicio foral de ganadería y los bomberos de Irun y Donostia, el laboratorio recoge nidos para analizar el efecto de distintos insecticidas sobre las larvas de las avispas. Todos los datos aportados tanto por la Diputación como por el ayuntamiento de Donostia se trasladan al laboratorio para que pueda completar y estudiar en su conjunto la incidencia de la avispa asiática en la CAV.

Pero no es fácil que lleguen resultados definitivos. Según la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), la avispa asiática es “casi imposible” de erradicar debido a su buena capacidad de adaptación, lo que le permite colonizar nuevos espacios con gran facilidad.

Los métodos más eficaces son el control biológico, lo que evita una aplicación química innecesaria, y entre esos métodos los más habituales son la utilización de trampas para atrapar a las reinas en primavera, y la destrucción de nidos.

La colocación de los sistemas de captura es una actividad que está regulada por el Servicio de Medio Ambiente de la Diputación. Si bien hasta ahora los recolectores de miel mantenían las trampas operativas durante todo el año, el protocolo desaconseja realizar una captura indiscriminada porque puede resultar contraproducente para el equilibrio medioambiental. “Al menos, gracias a estos sistemas de trampeo vemos que hay zonas de Gipuzkoa, como Donostia, en las que ha descendido mucho la presión de la avispa”observa el apicultor Julian Urkiola.

El experto, que ha presidido hasta hace medio año la asociación guipuzcoana, explica que atendiendo al ciclo biológico de los insectos, “nos encontramos en esa primera etapa en la que las reinas han construido su primer asentamiento”. A partir de ahora, cuando la colonia crezca, elegirán como morada balcones y aleros.

Y dice que será necesario actuar con diligencia para combatir a esta especie. A través de las asociaciones de Desarrollo Rural, Gipuzkoa lleva a cabo una labor de adiestramiento y preparación de los grupos de actuación, que intervienen con bombas y pértigas para inyectar insecticida en los nidos. En colaboración con el Gobierno Vasco, también se han estado impartiendo cursos de formación dirigidos a técnicos municipales y asociaciones rurales.