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El retratista chileno de los últimos gudaris

Un fotógrafo profesional de chile, biznieto de un vasco, viaja 14.000 kilómetros para un proyecto histórico gráfico

El retratista chileno de los últimos gudarisMauro Saravia

14.000 kilómetros era la distancia entre un sueño y una realidad. Desde su Chile natal a Euskadi, ha viajado Mauro Saravia para despertar esa quimera. Todo ello antes de que sea tarde. Biznieto de navarro que emigró al país americano, 33 años encima y una cámara analógica, el de Valparaíso se afana estos días en retratar a los últimos combatientes vivos del Eusko Gudarostea, Gobierno provisional de Euskadi del lehendakari Aguirre, así como por ejemplo los vestigios heredados del Cinturón de Hierro. Lo que narra, o que enfoca con sus ojos de fotógrafo profesional, lo vive entusiasmo, con detalles que enriquecen con anécdotas su paso por Bilbao, donde ha nacido recientemente su hija.

Mauro Saravia -con uve, como él mismo subraya- llegó al mundo el 23 de septiembre de 1982. En Viña del Mar, Chile. Estudió una primera carrera universitaria vinculada al deporte y se especializó en fotografía deportiva. Además hizo un postgrado en fotografía análogo-digital en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV)

Su proyecto relacionado con la memoria histórica de Euskal Herria nació por una necesidad personal. “Soy descendiente de vascos y catalanes, desde muy niño escuchaba hablar de la guerra, pero los relatos no estaban completos y siempre había sentido curiosidad. De alguna manera siento que soy chileno como producto de aquella guerra”.

El trabajo es una serie de 24 a 32 retratos fotográficos analógicos de combatientes vascos, acompañados de un making off de vídeo y algún material que he reunido para documentar y contextualizar”, precisa.

Su interés radica en recoger el testimonio vivo y de las personas que estuvieron -como él califica- “en primera mano”, las historias humanas que hay, los matices, “aquello que realmente no nos llega desde las crónicas oficiales ni los libros de historia”. Sin título, aún, Saravia se compromete a que la información complementaria a las fotos sea en euskera, “de hecho he comenzado a aprenderlo”.

La ley de vida le obligó a viajar “ya”. Hace un par de semanas estaba intentado hacer contacto con un gudari y ha fallecido. “Te cambia el planteamiento, además no puedes fallar, tienes un muy bajo porcentaje de error. y si pensamos en la fecha, pues superan los 95 años, es un poco una contrarreloj, pero me siento afortunado de tener la oportunidad de hacer esto”.

Ya ha conocido a gudaris vizcainos como José Moreno, Manolo Sagastibeltza, Antonio Izagirre, del PNV, o Luis Ortiz, de la CNT. En unos días, planea la visita a Gipuzkoa para conocer a los Regino Biain, Gerardo Bujanda, Marcelo Usabiaga... “He tenido muy buena acogida, los combatientes me han tratado muy bien sus familias y las instituciones me han ayudado muchísimo”. A su juicio, es admirable las ganas de vivir que tienen y “lo claros y detallistas que han sido sus relatos al margen del paso de los años”.

Mauro cae en la cuenta de que escuchándolos los problemas de hoy comparados con los que ellos vivieron son “insignificantes” y que el ser humano tiene una “capacidad de sobreponerse impresionante. Me ha sorprendido la humildad y la cercanía, me acuerdo con nostalgia de mis abuelos, los siento más cerca. Algunos me han llegado a conmoverme. Ahora me queda lo difícil, como plasmar a cada persona en particular”.

Hoy es 8 de marzo, día internacional de la mujer. Al respecto, no ha llegado a tiempo de encontrar milicianas combatientes, que las hubo. “Mujeres no he encontrado, existen muchos mitos al respecto, entre otros detalles, puesto que no las dejaron combatir por que distraían a los combatientes, lo que personalmente me parece muy sexista. Aunque sé que al menos en el País Vasco y Catalunya sí tomaron armas y participaron activamente en el bando republicano”, apunta. Al tiempo que califica como hazaña épica la lucha republicana. “Son personas que un día partieron con lo puesto a defender su tierra, sin conocimiento profundo de armas y preparación de ejército profesional, retrasando por meses una ofensiva. Todo eso dio como resultado los estatutos, el gobierno provisional y lo que todos ya saben....”

Su bisabuelo fue uno de los muchos emigrantes que Chile acogió. De hecho, maneja el dato de que el 28% de los chilenos tiene algún apellido vasco. Su bisabuelo era navarro y de niño se mudó con su familia a Bilbao. Llegó a Chile en barco con escala en Argentina, poniendo océano de por medio a la guerra. “Cuando llegaban, imagínate, no siempre traían documentos y la inscripción era muy diferente a lo que tenemos hoy: un tipo en una mesa te preguntaba cómo te llamabas para la ficha de internación con una fila de un montón de personas más. No había mucho tiempo, así sucedió que en Argentina de Sarabia pasó a Saravia, e incluso por el lado materno su padre y su tío tenían el mismo apellido, inscrito diferente, catalanes”, aporta.

Mauro transmite la historia del histórico barco Winnipeg que llegó el 3 de septiembre de 1939 a Valparaíso. Se fletó gracias a Pablo Neruda, quien había sido diplomático en España y convenció al presidente de ese entonces que tenía antepasados vascos para dar asilo político a “entre 2.200 y 2.500 exiliados, entre ellos muchos vascos que desembarcaron en Valparaíso, donde aún existe una placa conmemorativa. Como anécdota, allá en Chile pueden comer chipirones, llamados allí calamares en su tinta”. Saravia percibe que el pueblo vasco no es español, incluso el fervor de por el Athletic, “es descomunal. Como anécdota, mi familia ya me advirtió que voy a la final de la Copa sí o sí”, sonríe.

Su proyecto va por buen camino. Primero se entrevista con los supervivientes, con sus familiares. En una mañana monta el estudio, un sinfín de focos, cámara analógica, mucha película fotográfica... Como curiosidad la cámara está comprada en Japón. “Fue un regalo de Navidad especialmente para este trabajo y estuvo retenida en aduanas un mes. ¿notable no?”, agrega. Se expondrá en la región de Valparaíso (Chile) el 2016 en varias salas. La información la irá publicando en www.maurosaravia.com. También le han ofrecido ya exponerlo en Euskal Herria.