El cómic como producto cultural

La nota de la editorial Sergio Bonelli donde se informó de su muerte resaltó que fue "el principal artífice del paso del cómic de simple instrumento de entretenimiento popular a producto de dignidad cultural".

Bonelli, que ocasionalmente utilizó el seudónimo Guido Nolitta, era uno de los principales editores del país transalpino, con unas tiradas anuales de 800.000 ejemplares de sus personajes más famosos (también internacionalmente): el vaquero Tex y el detective de lo oculto Dylan Dog.

Bonelli continuó la tradición editora de su madre y de su padre, el Gian Luigi Bonelli, que creó a Tex en 1948 junto con el dibujante Aurelio Galleppini (Galep). Cuenta las aventuras del vaquero Tex Willer en Texas en la segunda mitad del siglo XIX. Sergio Bonelli rápidamente entró en el mundo de la historieta, y empezó a trabajar en la editorial de su padre realizando distintas labores hasta llegar a escribir varios de los guiones de algunos de los personajes que se editaban en su compañía.

éxito En 1957 pasó a dirigir Cepim, la editorial que, después de diversos nombres se convirtió en la actual Sergio Bonelli. La editorial, centrada en el cómic de género popular, se convirtió en una de las más exitosas de Italia gracias a personajes como Tex, Zagor, Nathan Never, Martin Mystère o Dylan Dog, entre otros. Precisamente este último fue el mayor éxito de editor. Creado en 1986 y publicado ininterrumpidamente desde entonces, Dylan Dog es un detective con los rasgos del actor británico Ruperett Everett que se enfrentaba con su compañero Groucho (basado en el cómico estadounidense) a toda clase de monstruos salidos del acervo más popular.

En diciembre de 2006, Bonelli cedió a Decio Canzio el puesto de director de la editorial, que desde siempre ha estado vinculada a las sugestiones de la gran aventura a través de los géneros narrativos más diferentes (policíaco, ciencia-ficción, western, horror, misterio, aventuras).