El padre de los supermercados holandeses
Amsterdam. El sector empresarial de Holanda está de duelo por la muerte el jueves 13 de enero, a los 83 años, mientras dormía, de Albert Heijn, considerado el padre de los supermercados de los Países Bajos que llevan su nombre.
Lo que actualmente es uno de los grandes emporios del sector comenzó gracias al esfuerzo emprendedor de Albert Heijn, en sus orígenes poco más que un simple comerciante de una modesta tienda de comestibles y ultramarinos. Heijn fue quien logró que la marca se convirtiera actualmente en todo un símbolo en el sector de la alimentación en Holanda, pero también en los países vecinos del Benelux y un referente en el resto del mundo.
Según el periódico De Volkskrant, Heijn es el mejor ejemplo de "hombre hecho a sí mismo" que todo lo aprendió, al principio de manera intuitiva, en la trastienda de su casa familiar. Su abuelo, que también se llamaba Albert, fue el fundador (en 1887) de la actual cadena mundial de alimentación Ahold, una de los gigantes del sector: una muestra de que el negocio era algo que se respiraba en cada esquina. Lo que fue una modesta tienda de alimentación, pasadas varias décadas, pasó a ser en la década de los 60 una cadena de 75 supermercados, con un volumen de negocio de (entonces) 7,5 millones de florines holandeses (3,4 millones de euros) y 400 empleados. Sus hijos Jan y Gerrit ampliaron la cadena hasta 215 filiales.
a lo grande El gran salto se produjo a finales de los años 60, cuando la empresa pasó de tener un volumen de negocios de 300 millones de antiguos florines a casi 1.000 millones, con una plantilla de 40.000 trabajadores y un universo de 30 empresas filiales.
Otro hito fue la entrada en el capital de la cadena alemana de supermercados Tengelmann y a la también germana Rewe, y gracias a su inversión en el grupo francés Carrefour, el grupo Albert Heijn llegó a ser el cuarto más poderoso del mundo en su sector. Cuando Albert Heijn se hizo con las riendas de todo el conglomerado, el volumen de negocios del grupo Albert Heijn-Ahold era de 13,6 millones de euros. Cuarenta años después, en 1989, el volumen de ventas de Ahold alcanzaba 8.000 millones de euros, casi 600 veces más.
En los años noventa, la cadena de supermercados ya iba viento en popa, lo cual permitió a Albert Heijn realizar numerosos negocios en el extranjero, por ejemplo una fusión con una cadena de supermercados locales de España, Supersol.
Albert Heijn (1927-2011), el modesto aprendiz de empresario, a quien su abuelo regaló en unas lejanas navidades un proyector de diapositivas, que -según contó en una autobiografía hace años- le inspiró su vocación por el márketing, era un hombre con "visión de negocio", según los analistas. El padre de los supermercados de Holanda, y en parte del resto del mundo, estudió economía en la Universidad de Amsterdam. Desde muy joven destacó por su actitud comercial y comunicativa y acabó convirtiéndose en el dueño de una de las grandes fortunas de Holanda.