Desde ese horizonte que une Euskadi con Chile

Bilbao. El empresario Eukeni Gallastegui ha dejado huella. Desde el pasado lunes, reside en el horizonte, un segmento que tantas veces oteó desde el avión y que une sus dos patrias: Euskadi y, la por él vasconizada, Chile. Partía y regresaba de una nación a otra con un deseo máximo: "Mi mensaje es que los vascos tenemos que abarcar todos los segmentos que existen para establecer redes y potenciarlas porque vivimos muchos más vascos fuera de Euskadi que dentro de ella". La sociedad vasca empresarial, social y política ha interiorizado la noticia de su fallecimiento con tristeza y ha ensalzado su admiración por sus logros como emprendedor y como persona de calidad y calidez humana. Amigos de Eukeni como el lehendakari Ibarretxe, Andoni Ortuzar, Iñigo Urkullu, Iñaki Agirre, Mikel Burzako o Koldo Atxutegi han realzado en estos días su trayectoria. Gallastegui nació en el país sudamericano en 1946. Fue presidente de la Fundación Vasco Chilena y de la Euzko Etxea de Santiago de Chile, fue vicepresidente de EmpreBask; propietario de una empresa inmobiliaria en la capital andina y asociado con una firma vasca -Kaiku- para la distribución de alimentos. Sus raíces fueron vizcaínas: su madre era de Bermeo y su padre un gudari de Atxondo. Estudió en Portugalete, en Euskadi, "donde le creció ese amor por la tierra que ya había sido imbuido por sus padres", valoran desde Euskal Etxeak. Participó en los cuatro congresos mundiales de Colectividades Vascas celebrados.

Las reacciones ante su fallecimiento no se hicieron esperar. Koldo Atxutegi quiso poner por encima de su éxito profesional, a su personal. "Eukeni reflejaba nuestros valores ancestrales, lealtad, servicio, honor, respeto por las tradiciones, conciencia social, trabajo e iniciativa. Todos estos valores los ponía al servicio del accionar vasco y de todo aquel que viniera de Euskadi para construir cosas a favor de ambos países, y para ello siempre estaba disponible", agradece quien trabajara con él. Atxutegi recogió el testigo del trabajo desempañado en el país sudamericano durante siete años por Mikel Burzako. Este socio de LBR International estará "eternamente agradecido" a Eukeni porque le abrió las puertas de "su casa, familia, relaciones personales, económicas, sociales... y, al mismo tiempo, te ponía a disposición, sin pedir nada a cambio, de los forjado por él durante toda su vida. Me dio consejos profesionales". Burzako se siente "muy triste. Enterarme fue un shock" y destacó su figura como ejemplo de "éxito empresarial, muy posicionado y relacionado en el país".

Mientras Chile se desayunaba el lunes con la noticia de su partida a la eternidad, era tarde en Euskadi. Iñigo Urkullu reflexionaba que "se nos ha ido un vasco chileno o chileno vasco sin el que no se explica la presencia vasca en aquel país durante los últimos 40 años". El presidente del EBB del PNV enfatizó que el accionar de Gallastegui siempre giraba en torno a lo vasco y cómo prestigiar y potenciar las relaciones entre Chile y Euskadi. "La vida de Eukeni no se entiende sin lo vasco, pero lo vasco, en Chile, tampoco se entiende sin Eukeni". Urkullu distingue al empresario como "leal a nuestros valores, sacrificado por lo vasco sin miramientos, siempre dispuesto a promover y a lanzar una nueva idea con la que dinamizar la presencia vasca en Chile. Este accionar le llevo a refundar, conjuntamente con otros alderdikides, la Extraterritorial del PNV en Chile hace unos años, siendo una auténtica referencia del movimiento abertzale en aquel país". Atxutegi recuerda su libreta y su lápiz. Su disponibilidad: "Dime dónde y a qué hora, que yo me organizo y voy". Por todo: "Si para lo vasco en Chile estamos un poco más huérfanos, no puedo parar de pensar en la familia que deja". El horizonte les sigue uniendo. Por siempre.