Bilbao. Morir joven. No hay nada como morir joven para convertirse en un mito. Y Andy Irons, tres veces campeón del mundo de surf, ha cumplido. Con 32 años de edad, tres campeonatos del mundo a sus espaldas (2002, 2003 y 2004) y marcado por la etiqueta de ser el segundo mejor surfista de todos los tiempos a la sombra de Kelly Slater, el surfista hawaiano falleció el martes en un hotel de Dallas, aparentemente por dengue, una enfermedad transmitida por un mosquito y propia de los Trópicos. No obstante, los medios estadounidenses informan de que se ha encontrado un frasco con un medicamento compuesto por metadona en su habitación, por lo que también se está investigando si la causa ha podido ser una sobredosis, y también han sido hallados otros medicamentos con prescripción médica.
Irons aprendió a montar sobre las olas en su isla natal, Kauai, y en la peligrosa costa norte de la vecina Oahu, junto a su hermano Bruce.
El pasado fin de semana no se presentó a un campeonato en Puerto Rico al agravarse su estado de salud y siguiendo recomendaciones médicas, según su patrocinador. La muerte, cuyas causas no se confirmarán hasta que se realice la autopsia, le sobrevino cuando estaba haciendo escala en la ciudad texana de regreso desde el país centroamericano a su casa, donde deja una mujer embarazada de siete meses y medio y muchos seguidores de su elegante y pulcro estilo deportivo.
en el circuito desde 1998 Se metió en el circuito profesional en 1998, pero tuvo la mala suerte de tener siempre enfrente a Kelly Slater, que puede proclamarse campeón del mundo por décima vez esta semana, con 38 años. Por ello, para la historia, quedará como el eterno número dos pese a sus tres campeonatos y tras haber ganado 19 torneos de primera categoría, si bien es cierto que Slater lleva -y llevará siempre- más tiempo en activo.
Si Slater representaba la imagen amable del surf, Irons era el enfant terrible de las olas. Era más que conocida su afición a salir por la noche y disfrutar de los placeres que a esta se le suponen siempre.
Adujo "razones personales" -aunque quizás fueron sus supuestos problemas con las drogas que rodearon sus últimos años de profesional- para tomarse un año sabático en 2009 y abandonar el circuito de la ASP, la Fórmula 1 del surf. Sin embargo, su retiro duró poco y, tras casarse con Lyndie Dupuis, volvió a principios de este año con una invitación para competir y volvió a triunfar en el campeonato de Teahupoo, en Tahití.
Cada año, entre él y su familia organizaban en su ciudad natal un torneo para descubrir y apadrinar jóvenes promesas de su deporte acuático. Por este compromiso con su tierra, el gobernador de Hawai, donde el surf es el deporte rey, decidió declarar al 13 de febrero como el Día de Andy Irons.