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El precursor de la "cerámica de autor" en Cantabria

El precursor de la "cerámica de autor" en CantabriaFoto: deia

Bilbao. Pintor de vocación y precursor de lo que se ha llamado cerámica de autor en Cantabria, el artista plástico cántabro Miguel Vázquez Pesquera falleció este sábado en Santander, a los 89 años de edad. Nacido en Santander en 1921, Vázquez Pesquera inició su trayectoria artística en la pintura y se introdujo después en la escultura y la cerámica.

Fue compañero de Ibarrola y se consideraba discípulo de Flavio San Román, del que recibió clases de dibujo artístico en el Ateneo Popular de Santander. Su paso por el Ateneo Popular fue breve, pero dejó en él un grato recuerdo que siempre estaba dispuesto a compartir con quien quisiera escucharlo.

Compartió su primer estudio con el fotógrafo Ángel de la Hoz y protagonizó importantes muestras en la galería Aritza de Bilbao o el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (1962). Expuso en distintas salas del país, donde mostró sus pinturas, collages cerámicos, vasijas y otras piezas. Además, parte de su obra se puede ver en sedes de instituciones culturales, como los murales de refractario del Centro Cultural de Caja Cantabria o de la Universidad de Cantabria.

También formó parte del Grupo Cagiga, creado en el año 1978 junto a Rafa Gallo, Cecilio Testón, Ángel de la Hoz y Fernando Zamanillo, colectivo con el que compartió una exposición en el Palacio de Congresos de Madrid. Expuso además en el Museo de Bellas Artes de Santander y en la Fundación Santillana.

El artista, que se significó por su lucha por la libertad, participó en el movimiento artístico-literario Proel y como anécdota de su biografía hay que señalar que fue quien propuso el nombre de Isla de los ratones para la revista que creó Manuel Arce en 1948.

Comenzó su carrera como pintor y en los años cincuenta tuvo su primer contacto con la cerámica, colaborando con arquitectos y exponiendo los primeros murales en la sala Delta, dirigida por su amigo De la Hoz. Su interés le llevó a estudiar y trabajar la nueva disciplina artística en Barcelona y Manises (Valencia). Sus diseños y su particular horno de arcilla, que abrió múltiples posibilidades, convirtieron a Vázquez en el precursor de la cerámica de autor en Cantabria y en un referente indiscutible. Su primera muestra individual como ceramista tuvo lugar en 1967.

Su taller de Somo, además de estudio, llegó a ser desde 1973 un lugar de aprendizaje para los nuevos ceramistas y también para escultores mas consagrados que vieron en la arcilla una materia prima de rica expresividad.

Vázquez, para quien «el arte no se aprende en ninguna academia sino que viene con uno en el parto», se movió entre planteamientos formalistas y relaciones con el entorno natural y etnográfico de la cultura cántabra. Óleos, cerámicas y tapices recorren su creación poco profusa en lo expositivo, pero siempre coherente, sólida, intensa.

En 2005 a su vuelta de Nerja, donde vivió durante quince años en un exilio voluntario, recibió un homenaje en San Vicente del Colectivo de Ceramistas de Cantabria.