CUAL Romeo y Julieta de Shakespeare, cual Abelardo y Eloisa, a los que cantara Joaquín Sabina en sus Pájaros de Portugal, dos adolescentes de Ezkerraldea -J. y C., de 16 y 14 años- provocaron ayer la alarma entre sus familias de Santurtzi y Barakaldo al escaparse juntos la tarde del miércoles y no llegar a casa a por la noche. Afortunadamente, la búsqueda, que apenas se había iniciado, tuvo un final feliz. La pareja había vivido su particular aventura de amor.
Todavía con el recuerdo fresco de lo ocurrido en Amorebieta el lunes con la desaparición de Iker, ayer dos familias revivieron la angustia pasada por la ausencia toda la noche de los dos menores. "Es la primera vez que hace una cosa así", acertaba a resumir L. B., la hermana mayor de la joven desaparecida, desde la seguridad de estar viéndola sana y salva a escasos metros en el hogar familiar.
Claro que, apenas unas horas antes, ella misma, acompañada de varios primos y amigos, se afanaba en la preparación de carteles informativos para alertar a la población de la desaparición de su hermana. Ya el miércoles por la tarde, sus padres habían puesto una denuncia ante la Policía Local de Santurtzi, alertados por la inusual tardanza de J. en llegar a casa.
"Es una niña muy seria, muy formal, muy buena estudiante", calificaba, sin dudarlo, su hermana que, ayer, en un salto a la responsabilidad propia de la edad adulta, se lanzó a buscar a la joven furtiva al otro lado de la ría. "Nos ha llamado una compañera suya, que ha contactado con ella y le ha dicho que estaba bien, que estaba en Sopelana, aunque no ha podido sacarle dónde estaba exactamente", recuerda tras recuperarse de la búsqueda.
El aviso lo recibían minutos después de las 10.30 horas y, raudos y veloces, salieron hacia la localidad costera. Una vez en Sopelana, buscaron una patrulla de la Policía Local para dar cuenta de la desaparición de la menor. "Nos han facilitado una descripción completa de la joven junto con una fotografía de carné, tras lo cual nos hemos puesto manos a la obra", detallaba un agente de policía.
En apenas veinte minutos, los agentes dieron con la joven, acompañada del otro menor, en un mirador sobre la playa de Arrietara. "Estaban tan tranquilos, incluso el chico se ha quedado un poco sorprendido al vernos aparecer, en su búsqueda", relataba el agente.
Veraneo en noja Él es un joven de 16 años, vecino de Cruces, que conoce a J. de su coincidente destino vacacional, en la cántabra localidad de Noja. "Sabíamos que se conocían, pero no que tuvieran una relación tan cercana", indicaba la hermana mayor de la menor, sorprendida aún por la escapada.
Una vez localizados, fueron trasladados a la comisaría de Sopelana, tras comprobar que ambos adolescentes se encontraban en buen estado, "no tenían síntomas de haber pasado frío", explicaba la Policía Local, a pesar de que se supone que pasaron la noche al raso.
Allí esperaban, inquietos, numerosos familiares de estos adolescentes que tornaron las velas de la celebración del cumpleaños de ella -el miércoles estrenó los 14 años-, en una escapada nocturna que al final se resolvió bien, a orillas del mar.