Por el momento, el PNV está satisfecho con el nivel de cumplimiento del acuerdo de investidura con Pedro Sánchez. Las tres competencias que tienen que ser transferidas a Euskadi a la altura de marzo están “muy adelantadas”, y se han superado varios escollos en la negociación de la acogida de migrantes, que era la materia más compleja y suscitaba algunas dudas al Ministerio de la Seguridad Social. El PNV está convencido de que estas transferencias (la segunda fase de acogida, trenes y convalidación de títulos universitarios extranjeros) van a llegar “ya”. En otro flanco de discusión diferente, en un conflicto que tiene su origen en la anterior legislatura, la situación tiene otro color que no invita al optimismo, al menos por ahora. El plazo para negociar la Ley de Vivienda estatal y alcanzar un acuerdo que encaje con las competencias vascas expira a finales de este mes y el PNV, como admitió ayer en Onda Vasca Aitor Esteban, está encontrando “resistencias”.

El portavoz en el Congreso admitió que la negociación de las transferencias está bastante avanzada y cree que deberían cerrarse “este mes”. Según explicó, queda por delante resolver alguna cuestión financiera relacionada con el descuento del Cupo (cuestión que pidió no minusvalorar porque, si el cálculo no se ajusta bien, el desfase millonario se puede arrastrar durante años) y, en una de las transferencias, hay que perfilar cuestiones de contenido. Se refería a la segunda fase de acogida de migrantes y refugiados, una materia sobre la cual “estaban remolones” en el Ministerio, pero “ya se ha movido la cosa, ha avanzado un poquito más”. “Pero tenemos que discutir sobre contenidos”, insistió. En cualquier caso, cree que “veremos esas transferencias ya”. La consejera Nerea Melgosa había avanzado esta semana que se va a pactar una transferencia y no una mera encomienda de gestión, como sucedió con el IMV, también muy peleado y que se saldó con un traspaso sin fecha de caducidad.

Cuando se le preguntó si coincide con el ministro Torres en que la conflictividad judicial en materia competencial ha bajado con el Gobierno de Sánchez, respondió que sí, pero sin tanto entusiasmo ni de manera tan categórica porque hay otras materias “en las que no se están aviniendo a razones, por ejemplo, en la Ley de Vivienda”. “Estamos intentando hacer una interpretación que encaje con el contenido estatutario y ahí nos estamos encontrando resistencias”, dijo. Le reconoció al ministro que su actitud “es positiva” con las transferencias, pero el PNV está detectando recelos en otros puntos como el debate de la Ley de Vivienda. Además, insistió en que no solo se trata de una discusión competencial, sino que esta ley ni siquiera estaría solucionando el problema porque, tras su aprobación, ha caído la oferta de pisos en alquiler. A esa situación le contrapuso la cartera de actuaciones de las instituciones vascas para ampliar el parque de vivienda, incluso a través de un nuevo proyecto integrado en torno a la estación del TAV en Abando.

Si el plazo vence sin acuerdo, avisó de que el Gobierno vasco se verá “obligado a presentar recurso”, pero no será el único: “También Catalunya; el Gobierno se encontrará con dos”. Por otro lado, no descartó una prórroga de quince días para que Junts y PSOE acuerden la ley de Amnistía, o que se evite la caída de los Presupuestos y la legislatura retrasando las Cuentas a mayo.