Jon Rahm se quedó atascado ayer en el Club de Campo Villa de Madrid y firmó su segunda vuelta sobre par en las cuatro ediciones del Open de España que ha jugado en ese recorrido que encierra algunas trampas. “No recuerdo haber tirado tantos buenos putts y que no entre ninguno. Pero así es el golf, estas cosas pasan”, comentó el golfista de Barrika tras una jornada aciaga en la que tampoco estuvo fino desde el tee ya que solo cogió cinco calles y eso le privó de darse oportunidades más claras de sumar más birdies que el solitario que se apuntó en el hoyo 7.

A Rahm no le quedó otra que tirar muchos putts de media distancia y la mayoría de ellos rozaron el agujero, haciendo quiebros inesperados que el defensor del título no logró desentrañar en la lectura de las caídas. Además, sus dos bogeys en el 1 y el 11 llegaron después de necesitar tres putts en el green para completar la tarea, lo que ahondó en una herida que no logró cerrar. Su porcentaje de acierto alrededor de las banderas le sitúa tras dos rondas en el puesto 125 entre 132 jugadores, algo totalmente inhabitual.

Rahm vivió, en definitiva, un día en el que su frustración no hizo más que crecer y que le pudo llevar a desajustar sus tiros. Superó el corte por apenas un golpe, pero no se rinde. “Para el fin de semana, hay que mejorar todo”, reconoció. Hoy partirá, de nuevo, en compañía de Rafa Cabrera Bello a las 9.30 horas desde la 42ª posición, pero todos los jugadores que tiene por delante no deben descuidarse porque el barrikoztarra avisó también de que para el día del movimiento “el objetivo es salir a ganar. Si consigo acercarme a diez bajo par, puedo tener opciones el domingo”.

Si en esas primeras horas de juego, Rahm es capaz de firmar esa vuelta baja podrá meter presión a sus rivales “ya que el campo no va a estar fácil”. Se anuncian lluvias y viento en Madrid y eso cambiará las condiciones del campo, “aunque para mí será mejor cuanto más duro esté”. A ocho golpes del liderato, cualquier otro jugador vería el triunfo muy lejos, pero ya se sabe que el número 3 del mundo no va a dejar de intentarlo hasta que el golf diga lo contrario. Y también lo saben sus rivales. Mientras tanto, el líder es el galo Matthieu Pavon, un jugador al que hay que tener en cuenta, más que nada porque el año pasado fue segundo por detrás de Jon Rahm.

Mejor le fue a Adrián Otaegui, que hizo tres bajo par tras una vuelta que pudo llevar controlada para salir hoy con -5. También pasó el corte Justin Rose gracias a un notable -4. La mejor vuelta fue el -7 del asturiano Alfredo García-Heredia.