Jon Rahm estrena el nuevo año en el Sentry Tournamente of Champions de Hawái. Ya se ha hecho costumbre porque al torneo que se juega en el Plantation Course de Kapalua acuden todos los jugadores que han conseguido vencer en el PGA Tour en el año anterior y el barrikoztarra lleva cinco años seguidos con al menos algún triunfo en el circuito estadounidense. En esta ocasión, llega gracias a su victoria en el México Open y con una sucesión de buenos resultados ya que desde el final de la FedEx Cup lleva dos triunfos en cuatro torneos, el Open de España y el DP World Championship, un cuarto puesto en la CJ Cup y un octavo en el Hero World Challenge.

El golfista vizcaino se estrenó en la cita de campeones en 2018, que no tiene corte el segundo día, con un segundo puesto tras Dustin Johnson. Luego ha sido octavo en 2019, décimo en 2020, séptimo en 2021 y segundo de nuevo el año pasado después de pelear casi hasta el último hoyo y el último golpe con Cameron Smith, que tuvo que lograr un registro histórico de 34 bajo par para llevarse el trofeo.

El australiano, comprometido ahora con el LIV Golf, es uno de los grandes ausentes este año en Kapalua, junto a Rory McIlroy que ha renunciado a su derecho a participar. En total, serán 39 jugadores participantes y solo los dos citados faltarán entre los diez primeros del mundo. En todo caso, el Sentry Tournament de 2022 no desmerece ya que compiten 17 de los 20 primeros del mundo. Además, se producirá el regreso de Will Zalatoris, de baja desde agosto, que es un jugador llamado a grandes conquistas una vez que ya ha roto el cascarón de su primer triunfo.

La cita de esta semana reparte 500 puntos del PGA Tour para el ganador, también una buena cantidad para el ranking mundial, en el que los jugadores del LIV Golf siguen cediendo posiciones, y el doble de dinero que el año pasado: 2,7 millones para el ganador. Este es uno de los 17 torneos considerados elevated que los jugadores tienen que disputar según las nuevas normas del circuito. Solo pueden perderse uno sin justificación por lo que tienen que afinar a la hora de confeccionar su calendario, más en un año como el presente en el que espera la Ryder Cup en septiembre.

Rahm, que quiere defender a finales de abril su victoria en México, no variará mucho sobre lo habitual, aunque aparecerá en citas elevated que no ha jugado como el RBC Heritage y el Travelers Championship. Después de Hawái, estará en The American Express de La Quinta entre el 19 y el 22 de enero y en el Farmers Insurance de San Diego entre el 25 al 28. Los problemas pueden venir en verano cuando coincidan torneos de obligado cumplimiento a ambos lados del Atlántico.

LA RYDER Y LOS ‘MAJORS’

Pero la Ryder Cup está en el foco. El jugador de Barrika será una de las puntas de lanza del equipo europeo en la cita que se disputará en Roma y donde no estarán los jugadores del circuito saudí, salvo que se produzca un acuerdo entre todas las partes de este conflicto que erosionó el golf mundial en 2022, algo que no parece probable ahora mismo.

Las posturas siguen lejanas entre el LIV Golf, el PGA Tour y el Circuito Europeo y todo parecen soluciones provisionales, como la decisión de The Open y el Masters de Augusta de seguir permitiendo la participación de aquellos golfistas que tengan sus derechos adquiridos, aunque sean del bando rebelde. El US Open y el PGA Championship, los otros dos majors, tienen ahora la palabra en cuanto a sus intenciones, pero hay nombres importantes que pueden desaparecer de los grandes escenarios o, al menos, ver muy limitadas sus apariciones.