Al despertar del cuarto día, Georgia Meloni sigue ahí, inspirando las columnas de los amanuenses diestros, que no escatiman en juegos de palabras con el apellido de la susodicha. Así, Cristina Casabón (ABC) titula “Europa, ¡qué melonar!” una columna a mayor gloria de la nueva musa. Y si la acusan de fascista es porque la tienen manía: “No hay nada más vulgar que aplicar a todas las situaciones un discurso burocrático que acusa de extremista y de fascista al ciudadano que reivindica la identidad nacional. Meloni se ha apropiado de todo lo que Europa ha arrojado en forma de etiquetas ideológicas a las cabezas de los votantes”.

"Meloni es un bofetón en toda regla a los roba-gallinas en general: de España, de Europa y del mundo"

Carmen Cordón (El Debate)

En El Debate, Carmen Cordón nos sirve una dosis de lo mismo. En su caso, busca la metáfora en un gallinero.: “¿Saben qué? a mí me parece que Meloni es un bofetón en toda regla a los roba-gallinas en general: de España, de Europa y del mundo. Significa enfado, hartura, berrinche y hastío de la casta, del sistema clientelar de los partidos tradicionales y significa váyanse todos para su casa porque aquí sólo cambia el que nos roba las gallinas”.

No hay dos sin tres. Rebeca Argudo, armada de lejía blanqueadora, se retrata así en The Objective: “No creo que un gobierno con Meloni al frente vaya a suponer una amenaza para los derechos reales de mujeres u homosexuales, ni para los derechos humanos así en general en el país. Pero es gracioso que los mismos que braman porque para ellos estos resultados son poco menos que la resurrección de Mussolini con falda, vean con buenísimos ojos que aquellos que están con cargo en nuestro gobierno de coalición se dediquen a horadar nuestras instituciones despreciándolas”.

"Para los prebendarios de Falconetti, bienvenida sea la ETA, porque integra en la democracia a los asesinos sin arrepentir. Pero Meloni, mal, muy mal"

F. Jiménez Losantos (El Mundo)

No deja de ser curioso el parecido de lo que acaban de leer con los espumarajos de Federico Jiménez Losantos en El Mundo. Eso sí, esta vez con más vitriolo: “Para los prebendarios de Falconetti, bienvenida sea la ETA, porque integra en la democracia a los asesinos sin arrepentir. Pero Meloni, que en su lejana juventud estuvo en el MSI de Fini, que integró en la democracia a los nostálgicos de Giorgio Almirante, mal, muy mal. Nostálgicos activos del gulag que se niegan a condenar a Putin, como medio Gobierno español, bien, muy bien. «Dios, Patria y Familia», mal, muy mal, y aunque Meloni condene a Putin, fatal”.

¿Y quién es la Meloni del sur de los Pirineos? Adivinen. “Ayuso o el camino de una mujer a la Moncloa” titula Pilar Gómez su pieza en El Confidencial. Aquí tienen los argumentos que sostienen la comparación y el pronóstico de que la emperatriz de Sol llegará será presidenta del gobierno español: “Ayuso rompe los estereotipos de las dispensadoras de título de feminista. Las “fachas” son rubias, llevan perlas, pieles, tienen muchos hijos, no salen de misa, no trabajan fuera de casa y sus maridos son como El Fary. Ella es soltera, ha tenido varias parejas, vive de alquiler, no ha sido madre pasados los 40 y se ha impuesto en un mundo por suerte cada vez menos de hombres y es del PP”. Ajá.