EN la capital de Bélgica, Bruselas, ya no existe ningún kiosco tradicional de venta de prensa. Ojo, que eso no quiere decir que no haya sitio donde comprar el periódico. No. Lo que ha desaparecido es el kiosco tradicional. Ello nos ofrece una perfecta fotografía de la evolución del formato para el consumo de información. El producto papel es un artículo premium que debe ser cuidado porque responde a un lector/lectora leal con la marca, si bien cerrar los ojos ante el cada vez mayor consumo digital de la información es negar la mayor. Estamos ante un mundo que cambia. Y debemos adaptarnos, sí o sí.