ES tiempo de rebajas. Aunque el buscado saldo ya no es exclusivo de los meses de enero y julio, porque oferta hay todos los meses, la expectación por conseguir una determinada prenda o artículo a un menor precio siempre tiene su aquel. Reivindico el esfuerzo del comercio local, con menores márgenes de beneficios que las grandes cadenas y, en muchas ocasiones, siendo garantía de una calidad que ni está ni se le espera en otros espacios. Seamos capaces de ver el esfuerzo de venta en el más pequeño y recompensemos la atención y la cercanía. Es, en definitiva, premiar a quien hace cada día que la rebaja se quede solo en el precio.