Las bandas criminales de Haití asaltaron en la madrugada de ayer la Penitenciaría Nacional de la capital, Puerto Príncipe, y liberaron a un número no especificado de presos, que según sindicatos policiales podrían contarse por miles, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional haitiana al diario Miami Herald.

El asalto, en el que murieron al menos diez personas, tuvo lugar después de que uno de los capos más destacados de Haití, Jimmy Chérisier, alias Barbecue, anunciara el jueves el comienzo de una “revolución” contra el Gobierno del primer ministro, Ariel Henry, que se encuentra de viaje oficial en Kenia para ultimar un despliegue de fuerzas internacionales con el objetivo de contener la violencia armada en el país.

El Sindicato 17 de la Policía Nacional de Haití tuvo que acudir a las redes sociales para pedir refuerzos tanto a sus compañeros policías como al Ejército y llamó a la protección del resto de cárceles del país. Otras fuentes policiales indicaron al portal Ayibo Post que un número sin especificar de presos ya se encontraban en las calles de la capital en medio de un escenario de enorme confusión tanto dentro de la superpoblada penitenciaría -que a enero de este año albergaba a casi 12.000 presos hacinados en un espacio reservado a solo 3.900- como en los alrededores del corazón de la capital.

“Pedimos a todos los policías de la capital que preparen coches, armas y munición. Como los bandidos tomen la Penitenciaría Nacional, esto se ha acabado. Nadie se salvará en la capital”, avisó el sindicato antes de estimar que en torno a unos 3.000 presos habrían conseguido escapar de la cárcel. Entre los fugados, de acuerdo con las fuentes del portal Haití Libre, estarían destacados criminales como los antiguos líderes de las bandas de los Dumma y La Saline.