Que la vigente campeona Francia comparezca en las semifinales de la Copa del Mundo de Catar no es sorprendente, aunque sí complicado de alcanzar, como da fe el hecho de que solamente dos selecciones a lo largo de la historia de los Mundiales han reeditado el título, la Italia coronada en el contexto del régimen fascista de Mussolini (1934 y 1938) y la Brasil de Didí, Vavá, Garrincha o Pelé (1958 y 1962). Pero que Marruecos esté a dos partidos de poder levantar el trofeo es insólito, algo que ninguna selección africana había logrado. “Somos el ejemplo de los países en vías de desarrollo”, sostiene el seleccionador Walid Regragui, artífice de la revolución. Los Leones del Atlas, único grupo que permanece invicto, son la representación de la humildad y del mundo árabe. Son el romanticismo en la mercadotecnia del fútbol, la rebeldía contra la jerarquía dominante. Es el equipo del pueblo.

Los bleus son favoritos, sin lugar a dudas. Poseen, quizá, el ataque más poderoso del torneo, con cuatro figuras capaces de resolver cualquier debate, lideradas por Mbappé, que encuentra arropo en Griezmann, Dembélé y Giroud. Sin un fútbol rimbombante pero efectivo, serán los responsables de inquietar a la mejor defensa del Mundial, una zaga marroquí que solo ha encajado un gol y fue en propia meta. Las selecciones campeonas con menos goles recibidos fueron Francia (1998), Italia (2006) y España (2019), con dos tantos.

Contra el muro personificado en el guardameta Bono se estrellaron Croacia (0-0), Bélgica (0-2), Canadá (1-2), España (0-0 –3-0–) y Portugal (1-0). El bastión marroquí permitió que un combinado sin alardes goleadores –cinco dianas– liderara junto a Inglaterra y Países Bajos la tabla de puntos de la fase de grupos, con 7, y que ahora pugne por la final. Alcanzarla ya sería dibujar una de las grandes epopeyas de los Mundiales.

“Tenemos que colocar a África en la cima del fútbol”, sentencia Regragui, que busca culminar la revolución del fútbol modesto. Si bien hay que decir que es la selección con más jugadores que no han nacido en el país. 14 de los 26 integrantes de la convocatoria marroquí forman parte de la diáspora, se criaron fuera de Marruecos; algunos de ellos, como Achraf Hakimi, no han llegado a vivir en territorio marroquí. Pese a ello, ha capitalizado el apoyo popular y gozará de mayoría en las gradas de Catar, sede del primer Mundial en suelo árabe.

La Francia de Didier Deschamps no enamora. No es coral. Pero sí compacta. Posiblemente sea el plantel más versátil, el que ofrece mayor número de alternativas, pese a las importantes bajas de Benzema, Kanté, Pogba o Lucas Hernández, todos ellos a priori titulares. Venció a Australia (4-1) y Dinamarca (2-1) y cayó frente a Túnez (1-0) sembrando dudas en la fase de grupos antes de batir a Polonia (3-1) y a una Inglaterra (1-2) que generó más ocasiones que los galos pero que perdió ante un equipo que necesita poco para marcar y que contrarresta con capacidad goleadora –once dianas– la fragilidad defensiva –cinco goles encajados–. “La fuerza colectiva”, proclama el seleccionador. No obstante, la actuación de Mbappé, con cinco goles en el torneo y nueve en dos ediciones mundialistas, está resultando crucial. “No voy a establecer ningún plan para contrarrestarle”, advirtió Regragui, que emparejará al delantero con Hakimi, ambos compañeros en el PSG.

Marruecos no es un espectáculo. Pero su propuesta, basada en el aspecto físico, en la contundencia y la solidaridad, es tan lícita como eficaz está siendo. El esfuerzo por la defensa de los intereses del colectivo prima por encima de cualquier interés o causa particular. “Todo el mundo trabaja, todo el mundo da lo mejor de sí mismo”, dijo el seleccionador, que añadió: “Tenemos confianza y estamos decididos a reescribir la historia”.

Seguirá fiel a su estilo, juntando líneas y saliendo al contragolpe, sin necesidad de balón. “¿Un 70% de posesión para tirar dos veces a puerta?”, cuestionó Regragui sobre España. El cuadro marroquí presenta una media de posesión del 31%, pero por ejemplo posee al jugador que más esprínes ha sumado hasta cuartos de final (303) y que más pases ha recibido (307). Se trata de Ounahi, uno de los grandes revalorizados, al igual que Amrabat, completo y con enorme capacidad de liderazgo.


ALINEACIONES PROBABLES

FRANCIA: Lloris; Koundé, Varane, Upamecano, Theo Hernandez; Tchouaméni, Rabiot; Griezmann; Dembelé, Giroud, Mbappé.

MARRUECOS: Bono; Hakimi, El Yamiq, Saiss o Dari, Attiat-Allah; Amrabat; Ziyech, Ounahi, Amallah, Boufal; En Nesyri.

Árbitro: César Ramos (México).

Estadio: Al Bayt de Al Khor.

Hora: 20.00 (La 1/Gol Mundial).