Es una moda que lleva ya un tiempo implantada en el Reino Unido, pero que últimamente se está viendo por estas latitudes: llevar una pinza en el salpicadero del coche. No se coloca ahí para sujetar nada o por si hace falta en algún momento (una pinza puede tener un sinfín de utilidades y se convierte en un objeto muy práctico), sino por otra razón que tiene su sentido: servir como ambientador.

Una pinza de madera

Quien quiera ahorrarse dinero en esos clásicos ambientadores que se cuelgan del espejo retrovisor o que se enganchan a las ranuras del aire acondicionado puede ir pensando en colocar una pinza, que apenas cuesta unos céntimos, en el salpicadero de su coche. Eso sí, tiene que ser una pinza de madera, la típica de toda la vida para tender la ropa, ya que las de plástico no sirven para darles este uso.

La cuestión es que, al tratarse de un material poroso, la madera es capaz de absorber muy bien y rápidamente diferentes aceites o productos que puedan aportar aromas agradables al coche, un espacio en el que no siempre huele bien por distintas razones, como la humedad. Basta con impregnar la la pinza o bañarla con un aceite esencial, con una colonia (mejor una de bebés, porque una fragancia fuerte puede llegar a marear al conductor o a alguno de los pasajeros) o con un producto cuyo aroma nos guste, y colocarla en algún lugar del interior del coche para que vaya liberando ese olor que hemos elegido.

Aire acondicionado sí, calefacción no

Si queremos amplificar su poder, podemos colocarla en las ranuras del aire acondicionado, sobre todo en verano, para que al activar el climatizador se note más el olor. Menos recomendable es dejarla ahí puesta en los meses de invierno, porque el calor de la calefacción puede provocar que el olor sea demasiado intenso y resulte desagradable. En caso de colocarla ahí, conviene cambiarla de sitio frecuentemente para eliminar el riesgo de que pueda dañar el plástico si hace fuerza sobre él durante mucho tiempo.

El truco de la pinza es sólo uno más para mejorar el confort en el interior del coche, pero debe ir acompañado siempre por una buena limpieza tanto del salpicadero como de los asientos y las alfombrillas, así como evitar que penetre la humedad en el vehículo, ya que de lo contrario pueden aparecer olores que sean difíciles de enmascarar por muchos trucos que se utilicen.