El Contenedor, un espacio singular, acogedor y distinguido, rodeado de arte en Bilbao

Este particular Contenedor | Art, Food & Drink se ubica en los bajos de un edificio emblemático del siglo XIX con vistas a la ría y al Mercado de La Ribera, donde se abastecen de género fresco y local. Abre sus puertas de jueves a domingo, del mediodía a la noche, para dar servicio de picoteo en frío, y bajo pedido elaboran platos calientes en su pequeña cocina.

A pedir de boca tienen salpicón de marisco, ostras, quisquillón, surtido de ibéricos de bellota, quesos..., además de tortillas y opciones más especiales como el salmón marinado al eneldo, una receta aprendida de un pintor alemán con abuela finlandesa. Allí cocinan en familia la propia Emilia y su hijo Antxon Mardaras. De postre ofrecen tarta de queso, brownies, bizcochos... todo casero.

La bodega, por su parte, atesora una selección de vinos de diferentes D. O, sin faltar los de Rioja, cavas y hasta algunos internacionales, como el champán francés. A ellos se suman los tés artesanales preparados con mimo. Igualmente se cuida el café y se puede elegir entre un surtido de cócteles clásicos o bien entre su selección de ginebras y rones. Porque brinda un lugar tranquilo para la primera copa, que invita a la charla distendida, muy del gusto de un público de mediana edad que busca un espacio donde “estar a gusto y con el ojo entretenido, apreciando lo que hay”, asegura la polifacética Emilia. Abierto en enero, anuncia microexposiciones de artistas puntuales.

En cualquier caso, en el Contenedor, la hostelería viene a ser “una actividad complementaria al negocio del arte”, dando lugar a una galería de arte “diferente”, donde también tiene cabida la moda, explica su responsable. Todo lo que el cliente ve está a la venta: mobiliario, obras de arte, cristalería de Bohemia y del Bidasoa, cerámicas, objetos de brocantes de Francia y Bilbao... que a la vez decoran el local y le dan personalidad.