Manchester City 1 (3)

Real Madrid 1 (4)

MANCHESTER CITY: Ederson; Walker, Dias, Akanji (Min. 112, Stones), Gvardiol; Rodri, Silva, De Bruyne (Min. 112, Kovacic); Grealish (Min. 72, Doku), Foden y Haaland (Min. 91, Álvarez).

REAL MADRID: Lunin; Carvajal (Min. 110, Militao), Rudiger, Nacho, Mendy; Camavinga, Kroos (Min. 79, Modric), Fede Valverde, Bellingham; Vinícius (Min. 102, Vázquez) y Rodrygo (Min. 83, Brahim).

Goles: 0-1: Min. 12; Rodrygo. 1-1: Min. 76; De Bruyne.

Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Amonestó a Grealish, Gvardiol y Rodri por parte del Manchester City, y a Carvajal y Mendy por parte del Real Madrid

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium ante 53.000 espectadores.

El Manchester City es el campeón de Europa, pero el Real Madrid es el rey. Y cuando este parece estar muerto y con la corona a punto de resbalarse de sus dedos, resiste hasta el último aliento y, en una tanda de penaltis inverosímil tras decena de ocasiones de los ingleses, emerge para acceder a semifinales. Los blancos, que sufrieron durante 120 minutos y durante los dos primeros lanzamientos de la prórroga, con el gol de Julián Álvarez y el fallo de Luka Modric, acabó encaminado hacia las semifinales contra el Bayern de Múnich, con un descomunal Bellingham a una pierna y un Rudiger que no sintió la presión del último lanzamiento. Lo mismo que Lunin, que detuvo dos lanzamientos y estuvo descomunal durante todo el encuentro.

El Real Madrid, como siempre, evitó caer para reír el último y para ver a Bellingham corriendo hacia los 3.000 aficionados y festejar una victoria que solo pareció cerca en los primeros diez minutos. Porque poco o nada se parecieron los primeros diez minutos de este partido a lo que ocurrió el año pasado, cuando el City se hartó a dar pases y a acongojar a un timorato y rendido Real Madrid.

Pasado el minuto doce, Carvajal, sin complicaciones, pegó un pelotazo que pilló al City desprevenido. Era una bola sin aparente peligro, pero Bellingham, desde el carril del diez, la bajó como Zidane. Acomodó la pelota, combinó con Valverde y el uruguayo dio vida a Vinícius por dentro. Se pidió fuera de juego, pero lo rompió Walker en el segundo palo. El brasileño, ganando línea de fondo, puso un centro duro que Rodrygo remató de primeras para estamparse en Ederson. Como el año pasado, cuando Kroos sacó astillas a la madera con un disparo desde 25 metros, la fortuna daba la espalda al Madrid.

Comenzó entonces el ejercicio de supervivencia definitivo. El City había marcado en el 97 % de los partidos que ha jugado desde su última derrota. El City tenía que marcar. El City coqueteó con el gol e implantó una sensación de miedo permanente en el área del Madrid, que no paraba de recibir balones y sufrir con cada parada en dos tiempos de Lunin y con cara encare de Grealish y Doku a Carvajal. Cuando el belga se deshizo de Carvajal y fue Valverde el que le cerró, llegó el problema. Doku encaró al uruguayo, le dejó atrás y puso un centro que Rudiger expulsó como pudo. Camavinga no persiguió a De Bruyne y el belga, con un caramalo dentro del área, la estampó en la red, en un disparo imposible para Lunin.

El Madrid, que llevaba embotellado toda la segunda parte, se asomó al abismo. Y De Bruyne pudo darle el empujón. Un remate suyo solo, desde el punto de penalti, pasó por encima del larguero para sorpresa de todo el Etihad, que saboreó el 2-1 desde que la pelota rondaba su pie. Entre baño y baño del City, llegó la prórroga. Otros treinta minutos de sufrimiento.

Con los dos equipos fundidos, la eliminatoria se fue a penaltis. Y con el último aliento, pasó el Madrid. Ni tirando primero, ni con Modric fallando su primer lanzamiento, el City fue capaz de destronar al rey. Al fallo del croata fue seguido por un error incomprensible de Bernardo, que tiró a las manos de Lunin, y por un paradón del ucraniano, héroe de la noche, a Kovacic. Bellinhgham, Nacho y Rudiger no fallaron y el Madrid, casi sin saber cómo, vuelve a las semifinales.