AMOREBIETA: Campos; Álvaro Núñez (Min. 84, Gayá), Bustinza, Etxeita, Felix, Seguín (Min. 71, Mier); Carbonell (Min.71, Yriarte), Sibo; Dorrio, Unzueta (MIn. 79, Jauregi) y Rayco (Min. 79, Edwards).

ELCHE: Dituro; Carreira, Mario Gaspar (Min 61, Bermejo), Bigas (Min. 88, Salinas), Clerc; Mendoza, Chetauya, Febas (Min. 74, Borja Garcés), Castro; Nico Fernández (Min. 61, Josan) y Nieto (Min. 60, Mourad).

Gol: 1-0: Min. 56; Dorrio.

Árbitro: González Díaz (Comité Asturiano). Amonestó solo a Jandro Castro, técnico del Amorebieta.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo sexta jornada de LaLiga Hypermotion disputado en Lezama ante 747 espectadores, la entrada más floja del curso. Los futbolistas del Amorebieta portaron una camiseta con el lema ‘Ánimo Ángel’ en referencia a su compañero Troncho, lesionado de importancia el pasado domingo en el encuentro ante el Racing.

Por fin. Han tenido que pasar diez encuentros para que el Amorebieta vuelva a cantar bingo al firmar un triunfo que no saboreaba desde que derrotara en Lezama al Tenerife, que databa del lejano 18 de noviembre de 2023, y que supone todo un chute anímico para un conjunto azul que cierra su nefasta racha y tener motivos para afrontar con otra cara el futuro a corto plazo pese a que estos tres puntos no le permiten abandonar el farolillo rojo de LaLiga Hypermotion. El solitario gol de Josué Dorrio a los 56 minutos de juego sirvió para que los de Jandro Castro, que también conoce su primera victoria como técnico del equipo vizcaino, superaran a un Elche que se presentaba en Lezama en su mejor momento de la temporada, por lo que el éxito cobra aún mayor relevancia para un Amorebieta que lo celebró con toda la rabia que tenía contenida por los sucesivos varapalos que había recibido durante mucho tiempo.

Jandro volvió a variar su plan respecto al partido y lo hizo aparcando su habitual 4-4-2, lo que sí es noticia. Se inclinó por un sistema de tres centrales, más propio de su antecesor en el banquillo, Haritz Mujka, con la novedad de Iker Seguín, el capitán, en el costado izquierdo y el retorno de Kwasi Sibo a la medular, además de probar con una idea inédita en ataque, con el canario Rayco más adelantado de lo habitual y con Iker Unzueta, que gozaba de su primera titularidad en su segunda etapa como azul, como hombre más adelantado. El de Mieres da mil vueltas a la cabeza en busca de dar con la fórmula buena que permita a su equipo ganar, misión que ya era de por sí complicada con el Elche enfrente, un descendido de Primera División y que se presentaba en Lezama con el aval de encadenar cuatro jornadas sin perder y en las que no había encajado gol alguno. Vamos, un hueso duro para un Amorebieta metido en un problemón clasificatorio, que se dio una alegría al cuerpo y consciente de que, pese a este subidón, debe seguir encomendándose a una especie de milagro para optar a la permanencia. Esto, sin embargo, es fútbol, una frase hecha, y todo puede ocurrir de aquí hacia adelante.

El cambio de sistema no proyectó el impacto que buscaba Jandro, que no fue fiel a sí mismo. Presume de que sus equipos gustan de la posesión como vía para llegar al área rival, pero en esta ocasión recurrió a lo contrario. El colectivo azul cerró líneas, pero dio el balón al Elche, que agradece disponer del dominio y en este tipo de escenarios el que tiene ese mando suele gozar de más oportunidades por norma. Así fue. El Amorebieta se plegó y se la jugó a la contra y a la inspiración de alguno de sus futbolistas ofensivos, un deseo que apenas tuvo recorrido, porque su medio de campo no tuvo protagonismo creativo y sí el ilicitano, con Nico Castro y Febas como referentes. Carlos Clerc lo intentó con un zurdazo que se fue por poco y los de Jandro respondieron en una acción por banda derecha, pero Josué Dorrio no conectó bien un servicio de Álvaro Núñez. Se quedó en una gota de agua en el desierto. Los de Sebastián Beccacece dieron un paso adelante y metieron en su parcela al conjunto zornotzarra, que no era un buen síntoma para sus intereses. Un error de Rayco propició un golpeo bien dirigido por Castro que se estrelló en el larguero de la meta defendida por un vendido Pablo Campos y en pleno monólogo franjiverde Castro sirvió un balón de lujo a Carreira que este mandó fuera con todo a favor. El Amorebieta cruzó lo dedos, si bien Unzueta, ya en el tramo final, cabeceó un pelín desviado un centro de Seguín en una contra, lo único bueno que llevarse a la boca de cara al segundo acto.

Jandro retocó su plan inicial sin mover el sistema de tres centrales y su equipo ganó en profundidad al adelantar unos metros su posición Álex Carbonell y juntarse más Dorrio y Rayco con los centrocampistas, lo que retrató un Amorebieta mas atrevido, un matiz que trastocó a un Elche ya incómodo. Los azules creyeron para fabricar una acción coral entre Unzueta, Rayco y Dorrio que finalizó Carbonell con un duro disparo que se elevó. Fue un aviso, porque poco después Álvaro Núñez progresó por su costado y el de Sondika, un especialista en estas acciones, se la puso en bandeja a Dorrio para que este batiera a Dituro y acabara con la larga imbatibilidad del argentino. Todo un subidón para un equipo que acumulaba 300 minutos largos sin ver puerta. El tanto dio paso a otro partido, molto longo para un Amorebieta que le tocó sufrir como un perro ante un Elche que apretó de los lindo, que tuvo sus ocasiones, un par de ellas clarísimas, pero los azules se blindaron en el valiosísimo tanto de Dorrio que puede marcar un antes y un después.