En la mayoría de clubes del mundo, al hablar de sus leyendas, siempre se hace referencia a jugadores y, en otros muchos menos casos, a entrenadores y presidentes. En el caso del Sestao River, su gran leyenda es su ATS, Fernando Sancristóbal, un profesional que lleva dando lo mejor de sí mismo y cuidando a los suyos ya 50 años. Sancristóbal, de 73 años, atiende a DEIA en la tribuna de Las Llanas que lleva su nombre desde enero de 2022, algo que da una idea de su huella en el club sestaoarra.

Lleva medio siglo trabajando para el Sestao Sport primero y el Sestao River después. ¿Qué recuerdos le trae la Copa?

—La Copa me trae muy buenos recuerdos porque es cuando por aquí han pasado equipos de la máxima categoría. Recuerdo que en la 87-88 nos vino el Real Madrid cuando el botellazo a Hugo Sánchez, las dos eliminatorias recientes contra el Athletic... Y ahora contra el Celta. Son días muy bonitos para nuestro club y muy importantes desde el punto de vista económico.

La visita del Celta también le recordará el ascenso a Primera frustrado de 1987.

—Sí, también me viene ese recuerdo de ese play-out con el Sestao Sport en el que teníamos que ganar por dos goles de diferencia y, como empatamos a cero en Las Llanas, nos quedamos sin ascenso.

¿Cómo ve al vestuario en estos días?

—Veo a los chavales con muchas ganas porque son partidos de los que gusta mucho jugar y, también, puede ser un escaparate para ellos. Estos partidos tienen mucho más impacto que uno de los de liga.

“Ponerle mi nombre a la tribuna de Las Llanas es el mejor reconocimiento que se me puede hacer. Me llena de orgullo y alegría”

¿Ha habido jugadores que le han preguntado por sus experiencias en la Copa?

—Al ser el rival el Celta, me han preguntado más por el partido de promoción. Ojalá en el partido de mañana logremos ponernos por delante y ya, por qué no, ganar. Eso sería lo máximo por lo que supondría en lo económico para el club. Pasar una ronda más supondría dejar el balance cuadrado esta temporada.

¿Qué sintió al ver que el rival sería el Celta?

—Bueno, yo quería al Athletic porque, sinceramente, lo que da el Athletic a nivel de taquilla y de ambiente a nuestro pueblo no lo da nadie, pero no cabe duda de que el Celta es un equipo de Primera, con mucho tirón y más en esta zona en la que hay muchas personas gallegas. Va a haber un ambientazo, seguro.

¿Le hace especial ilusión que venga a Las Llanas algún integrante de la plantilla del Celta?

—Verte y competir aquí en Las Llanas con gente como Iago Aspas, un entrenador con el palmarés de Rafa Benítez, es muy bonito.

Ya hablando de sus 50 años en el Sestao, si digo que es usted una leyenda aquí, no exagero.

—Realmente no lo sé. Lo que sí te puedo decir es que me hizo muchísima ilusión que le pusiesen mi nombre a esta tribuna en la que estamos. Fue una iniciativa que impulsó Isidoro Temprano y que muchísima gente apoyó con su firma. También le estoy muy agradecido al Ayuntamiento de Sestao por hacerlo posible. Estoy muy agradecido porque es el mejor reconocimiento que se me puede hacer, me llena de orgullo y alegría.

¿Recuerda su primer día en el club?

—Claro que lo recuerdo, fue en noviembre del 73. Yo tenía 23 años y llegaba justo después de haberme licenciado en el servicio militar. El primer partido lo ganamos 2-0 y recuerdo que aquel día fui a Bilbao con mis amigos y estaba contentísimo.

¿Qué tiene el Sestao que ha hecho que usted no haya dejado el barco en los momentos más duros?

—Me han tratado fenomenal desde el primer día. Cuando desaparecimos en la 95-96, el mismo día en el que se anunció la desaparición, le dije a la Junta Gestora que contasen conmigo para lo que fuera en la refundación del club. Para mí esto es un hobby y mientras tenga salud y pueda echar una mano, aquí estaré ayudando.

¿Cuáles han sido sus momentos más felices en el Sestao durante este medio siglo de relación?

—Sin lugar a dudas, los ascensos. Y los he vivido a todas las categorías salvo a Primera División. Da igual a qué categoría sea, un ascenso siempre es un momento muy bonito de vivir porque te abrazas a los chavales, los ves contentos, ves a la gente contenta... Si quieres al club, las alegrías y tristezas se viven igual sea en la categoría que sea.

Por sus manos han pasado jugadores como Valverde, Mendilibar, Ibai Gómez, Javi González y Toquero, entre otros, y ha trabajado con entrenadores como Irureta. ¿Ha aprendido mucho con ellos?

—Se aprende muchísimo de los grandes profesionales. Para mí Jabo Irureta es Dios. Trabajé junto a él durante cuatro años y, además de ser un profesional espectacular, es una persona extraordinaria. Te puedes ir a la luna con él.

Usted quiere mucho a este club, pero la gente le adora.

—Sí y eso se demuestra en cuestiones como lo de poner mi nombre a la tribuna de Las Llanas.

Se le muestra por sorpresa un vídeo de homenaje creado por Isi Temprano y Juan Carlos Arango.

—(Lo mira y recuerda pasajes de su trayectoria mientras sonríe). Estas cosas, el cariño de la gente es gasolina para seguir trabajando.